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Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de TrabajoPaula Andrade

Una familia mal avenida

Sumar se autodestruye: la división, los celos y las rencillas carcomen el proyecto de Yolanda Díaz

Los preparativos de su asamblea constituyente, Podemos, el proceso de implantación en algunas comunidades y las nuevas alianzas electorales han abierto más vías de agua en un barco inestable

Sumar aún no se ha constituido como «sujeto político» –que es así como se refieren a sí mismos, para no hablar de partido ni de coalición– y los problemas domésticos se le acumulan. Precisamente cuando el espacio liderado por Yolanda Díaz debería estar disfrutando de días de vino y rosas tras su entrada en el Gobierno de coalición con cinco ministros.

Pero nada más lejos de la realidad. De puertas adentro, Sumar es todo menos una familia numerosa bien avenida (son 15 partidos), y no solo por la ruptura –de momento oficiosa– con Podemos. Reinan la división y los celos y recelos entre las formaciones que la integran. E incluso entre dirigentes de partidos hermanos como lo son Mónica García, de Más Madrid, e Íñigo Errejón, de Más País. Su total distanciamiento se ha convertido en la comidilla de ese espacio, agravado por el nombramiento de García como ministra de Sanidad. No por esperado, que lo era, a Errejón le ha sentado mejor.

Rita Maestre (c) junto a Íñigo Errejón y Mónica García

Rita Maestre (c) junto a Íñigo Errejón y Mónica GarcíaEuropa Press

Los preparativos de la asamblea constituyente que Sumar celebrará en primavera, el proceso de implantación en comunidades donde ya hay un partido alfa –llámese los Comunes en Cataluña o Compromís en la Comunidad Valenciana– y las negociaciones para tejer las próximas alianzas electorales han multiplicado las vías de agua en el barco de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

El sanedrín de Sumar

El sábado, Sumar dio a conocer a los integrantes de su llamado Grupo Ejecutivo, que dirigirá la marca hasta la asamblea constituyente del próximo mayo. En ese sanedrín no hay miembros de Podemos por voluntad propia, pero es que tampoco los hay de Compromís, Chunta Aragonesista ni Més per Mallorca.

La ausencia de la coalición que liderara la malograda Mónica Oltra es especialmente significativa. Compromís ha renunciado a formar parte del proceso constituyente de Sumar porque no se siente concernido. Es más. Su portavoz, Águeda Micó, que es también portavoz adjunta del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, ya advirtió la semana pasada a Díaz que se vaya olvidando de contar con marca propia en la Comunidad Valenciana. Porque ese territorio es de Compromís.

Y lo mismo le han trasladado los Comunes de Ada Colau: en las futuras elecciones catalanas la papeleta será la de Catalunya en Comú, no la de Sumar. Aunque, en el caso de los catalanes, ellos sí han accedido a formar parte del proceso constituyente de Sumar.

Ada Colau, junto a Yolanda Díaz, en un acto electoral en Barcelona, este sábado

Ada Colau, junto a Yolanda Díaz, en un acto electoral pasadoEFE

Ese proceso, que culminará con una asamblea en primavera, amenaza con convertirse en un campo de minas para la socia de Pedro Sánchez. Izquierda Unida avisó el viernes a Díaz de que la construcción de ese frente amplio no puede hacerse «deprisa y sin debate», sino dando voz a todos los partidos implicados.

La sucesión en IU: éramos pocos...

La marcha del hasta ahora líder de IU, Alberto Garzón, de la primera línea de la política ha abierto una etapa de tribulaciones en su partido. Y, por extensión, otro frente para la vicepresidenta segunda. La recién nombrada ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, quiere heredar el cetro de Garzón. Pero para ello tendrá que vérselas con el secretario general del PCE, Enrique Santiago, que no está por la labor de despejarle el camino. Al contrario.

La nueva ministra Sira Rego durante una intervención en el Parlamento Europeo

La ministra Sira Rego, que aspira a suceder a Alberto GarzónEuropa Press

Ambos, tanto Santiago como Rego, forman parte de ese Grupo Ejecutivo que dirigirá los trabajos hasta la constitución formal de Sumar. En él también se sentarán el jefe de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell, como coordinador ejecutivo. Y los ministros Pablo Bustinduy y Ernest Urtasun. Asimismo, Esther Gil de Reboleño y Gerardo Pisarello, miembros de la Mesa del Congreso.

Errejón se apaga

La líder de Sumar ha reservado un papel protagonista a Errejón en ese equipo fundacional, en compensación por no haberle hecho ministro y sí a Mónica García. El líder de Más País será el coordinador de la ponencia política junto a la portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois. El dueto puede ser explosivo, puesto que el entorno de Errejón está haciendo campaña para que Lois sea enviada a Galicia como candidata y así apartarla de la Portavocía y de Madrid.

Coordinar la ponencia política es poco premio de consolación para un dirigente que un día aspiró a sustituir a Pablo Iglesias. Y que, además, ha visto cómo dos de las personas que le acompañaron en aquella candidatura alternativa de Vistalegre II, Bustinduy y la propia García, han llegado al Consejo de Ministros y él no. La nueva ministra de Sanidad fue reelegida como líder de Más Madrid el 22 de noviembre. Su mentor y predecesor, Errejón, ni siquiera estuvo allí.

El que fuera enfant terrible de la política española se apaga en su escaño, dentro de un grupo parlamentario tan heterogéneo como atomizado. Y no solo porque los cinco diputados de Podemos pretendan ir por libre y negociar los Presupuestos con Pedro Sánchez como si tuvieran un grupo propio. Las distintas formaciones que componen el grupo plurinacional de Sumar –así se denomina– están inmersas en un tira y afloja para elaborar un reglamento de funcionamiento interno que garantice a Díaz la lealtad de todos sus miembros. Y le dé herramientas para castigar cualquier insubordinación, como contó El Debate.

En el ámbito electoral, las negociaciones para armar candidaturas en Galicia y el País Vasco, escenarios de las próximas contiendas, también están siendo un foco de conflicto. Sumar se ha constituido como partido en ambas comunidades y pretende pactar con Podemos e IU.

Pero en el País Vasco le ha salido al paso Elkarrekin Podemos, que solo acepta que Sumar vaya de comparta. Y en Galicia son pocos y mal avenidos. El pasado fin de semana, el líder regional de Podemos, Borja San Ramón, instó a Díaz a acelerar el paso. Y este lunes el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, le respondió que no es momento de hablar de cuotas. Pero la cuestión es que, en el dispar ecosistema de Sumar, casi todo va de cuotas.

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