El mapa con el que Otegi desnuda sus ambiciones territoriales

Es la reivindicación de EH Bildu. En su nombre lo lleva implícito: Euskal Herria Bildu. El partido de Arnaldo Otegi quiere el «reconocimiento nacional» de esa entelequia que estaría conformada por el País Vasco, Navarra y el País Vasco Francés y con Pamplona como capital, como así denunció ayer el concejal del PP, Carlos García Adanero, durante la moción de censura que precisamente iba a llevar a Bildu de nuevo a la alcaldía de la ciudad navarra gracias a los votos del PSOE.

Ayer, Otegi, que no pronunció palabra al respecto, sí lo celebró compartiendo en sus redes sociales una imagen simbólica, la de un pañuelo de esa Euskal Herria a la que aspiran, con los escudos de las regiones que la conformaría: Vizcaya, Guipúzcoa, Álava (las tres provincias vascas); Lapurdi, Nefarroa Beherea y Zuberoa (provincias del País Vasco francés) y Navarra.

Tras el acuerdo que firmaron el PSOE y Junts, con el que los socialistas se garantizaban los apoyos necesarios para la investidura de Pedro Sánchez, Bildu dijo sentirse satisfecho porque ello posibilitaba una legislatura en la que abordar «el debate territorial del Estado español».

«Hoy se ha cerrado la puerta a que la derecha extrema y la extrema derecha puedan condicionar la ventana de oportunidad por la que el Estado español ahonde en la senda del reconocimiento nacional de Euskal Herria, Cataluña y Galicia», celebraron entonces los abertzales. En la investidura, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurúa, no reveló en su intervención ninguna de las cesiones de Sánchez a cambio de su 'sí', pero ya le amenazó con que no concederían «un cheque en blanco» y que esta debía ser «la legislatura de la plurinacionalidad, para abrir el camino a otras naciones».

Y solo dos días después Otegi, en una manifestación que convocó Bildu en Bilbao a favor de la independencia y el regreso «a casa» de los presos de ETA, leía un comunicado en el que advertía de nuevo que la legislatura en el Estado iba a estar marcada por el «reconocimiento nacional de Euskal Herria». Ahora, con la entrega de la ciudad de Pamplona por parte de los socialistas a los abertzales se ha materializado el primer pago de lo que la oposición tilda de «pacto encapuchado» de Sánchez y Bildu, que fue el primero en conceder su 'sí' al dirigente socialista.