Junts perdona la vida a Sánchez: el Gobierno salva dos decretos y Podemos tumba el tercero

La sorpresa ha saltado en el pleno del Congreso -celebrado en el Senado excepcionalmente-. Los siete diputados de Junts han decidido finalmente no votar, para perdonar la vida a los tres decretos ley que traía el Gobierno a convalidación.

El pleno ha convalidado dos de los decretos: el decreto ómnibus, con medidas en materia de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo; y el decreto anticrisis, cuya votación hubo que repetir por un empate a 171, motivado por el error del diputado de Sumar Gerardo Pisarello. Por otra parte, ha caído el de la reforma del subsidio de desempleo por el voto en contra de Podemos. Y la votación del decreto anticrisis habrá que repetirla por un empate a 171.

Junts mantuvo el suspense hasta el final. A pesar de que el plazo para votar telemáticamente acabó a las 15.30 horas, a partir de esa hora, y hasta que terminó el pleno, el partido independentista mantuvo un silencio sepulcral.

Durante buena parte de la tarde se especuló con que había votado en contra de los tres decretos ley, porque uno de sus diputados así se lo dijo a dos periodistas en una conversación informal. En paralelo, los ministros Félix Bolaños y María Jesús Montero abandonaban la Cámara Alta a toda prisa, con gesto serio y sin hacer declaraciones.

Su decisión es sorprendente, pero especialmente en el decreto ómnibus. No en vano, Junts lleva desde diciembre denunciando que ese decreto ponía en peligro la futura ley de amnistía al certificar que la interposición de una cuestión prejudicial ante el TJUE suspende la ley recurrida. Según Junts, el acuerdo con el Gobierno implica que ése eliminará del decreto ley el artículo de marras (en una posterior tramitación parlamentaria como proyecto de ley).

En el caso de Podemos, su mazazo llegó en torno a las 14.30 horas, cuando Ione Belarra consumó su venganza de Yolanda Díaz: el voto en contra de Podemos al decreto ley de reforma del subsidio de desempleo, salido del Ministerio de Trabajo. El Gobierno se tomó el voto en contra como una puñalada: cuando Podemos decidió salir del grupo parlamentario de Sumar, Belarra llamó al ministro Félix Bolaños para tranquilizarle: no iban a poner en riesgo la «mayoría progresista» -le dijo-. Fue hace solo semanas.

Los morados venían denunciando que la norma supone un recorte de la cotización para la jubilación en el caso de los mayores de 52 años. También lo había hecho el BNG, que sin embargo decidió finalmente apoyarlo al recibir «garantía verbal» de la ministra de que Trabajo revisará ese punto. Sin embargo, para Podemos no fue suficiente.