Yolanda Díaz ríe la última
Podemos deja de tener el «botón rojo» de todas las votaciones tras la renuncia de Lilith Verstrynge
La formación morada pasa de cinco a cuatro diputados y ya no será determinante por sí misma en el Congreso. No podrá tumbar otro decreto ley de Yolanda Díaz, como hizo el 10 de enero
Poco le ha durado a Podemos la sensación de tener la sartén por el mango en cada votación en el Congreso. La inesperada renuncia de su secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, a su escaño y a todos sus cargos orgánicos es la puntilla para un partido que quiso y creyó resucitar cuando sus cinco diputados abandonaron el grupo parlamentario de Sumar para pasarse al Mixto.
El problema para los de Ione Belarra radica en que no solo pierden a Verstrynge, sino que pierden un diputado y se quedan con cuatro. Ello es debido a que la siguiente en la lista al Congreso por Barcelona, que es la circunscripción por la que se presentó la ya exnúmero tres de Podemos, se inscribirá en el grupo parlamentario de Sumar. No en el Mixto.
Se trata de la exalcaldesa de Castelldefels Candela López, miembro de los Comunes de Ada Colau, uno de los partidos que integran Sumar. De hecho, cuando Podemos anunció su marcha al Grupo Mixto, los Comunes presionaron a Verstrynge para que devolviera su acta de diputada y así poder correr la lista.
Con cinco votos, Podemos podía tumbar cualquier iniciativa; con cuatro no
Así pues, de la noche a la mañana el escenario ha cambiado por completo para Podemos. Y para mal. Con cinco votos podían tumbar –o amenazar con hacerlo– cualquier proyecto de ley o decreto ley del Gobierno y cualquier proposición de ley del PSOE. Porque esos cinco votos, sumados a los 171 del PP, Vox y UPN, hacían 176, mayoría absoluta. Así fue cómo, el 10 de enero, los morados dieron la sorpresa y dinamitaron el decreto ley de reforma del subsidio de desempleo, en venganza contra Yolanda Díaz.
Los de Ione Belarra se las prometían muy felices durante la futura negociación de los Presupuestos Generales de 2023 de tú a tú con el PSOE, como ERC, Junts o Bildu, al ser imprescindibles. La felicidad les ha durado menos de dos meses. De ahora en adelante, por sí solos no serán determinantes para nada.
Ello, de rebote, aumenta la cotización del único escaño de Coalición Canaria, que ocupa la diputada Cristina Valido. El partido nacionalista canario está teniendo un comportamiento controvertido en esta legislatura. Primero votó a favor de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, porque CC gobierna en las islas con el PP. Después votó a favor de la de Pedro Sánchez. Y más tarde su voto fue decisivo para que el Gobierno salvara dos de sus tres primeros decretos ley de la legislatura. Además, con polémica: después de comprometer su voto, CC se enteró de que los socialistas habían acordado con Junts la cesión de competencias en materia migratoria a Cataluña.
Una de cal, otra de arena
Coalición Canaria paga la novatada de su apoyo clave a los decretos de Sánchez
Si Podemos pierde un escaño, ello quiere decir que Sumar lo gana. El grupo de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo empezó la legislatura con 31, después se quedó con 26 y ahora tendrá 27. Por extensión, la coalición gubernamental también añade un escaño a su casillero: 148.
El mazazo pilla a Podemos en plenas primarias para elegir sus candidatos a las elecciones europeas de junio, lista que Irene Montero aspira a liderar. La baja de su secretaria de Organización se une a otras producidas en su dirección en los últimos meses: las de Nacho Álvarez, que llevaba Economía; Sofía Castañón en Cultura; Alejandra Jacinto en Vivienda; Jaume Asens en Justicia; y Jesús Santos en Políticas Municipales.