El PSOE vota en contra de acabar con los homenajes a etarras
El texto de la moción de UPN que ha sido rechazada incluía solidaridad y reconocimiento para las víctimas del terrorismo
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, repitió la semana pasada una y otra vez que «los actos de apoyo a ETA y los homenajes a los terroristas tienen todo el rechazo del Gobierno». Sin embargo, a la hora de la verdad, en el momento de votar una moción de UPN para acabar con los homenajes a los terroristas, el voto del PSOE ha permitido que el texto haya sido rechazado por el Congreso de los Diputados este jueves.
La moción rechazada subrayaba que los actos de enaltecimiento a miembros de la banda terrorista ETA han sido una «constante» a lo largo de los últimos años con «decenas» de convocatorias que suponen una «humillación» a las víctimas del terrorismo. Recuerda que el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) registró un total de 466 actos de apoyo a ETA en el año 2023.
En el texto se instaba al Gobierno a manifestar su solidaridad y reconocimiento de las víctimas, además de su rechazo y condena a este tipo de actos. Y asimismo, a poner fin, a través de las medidas o sanciones administrativas oportunas, a cualquier homenaje o enaltecimiento tanto a los miembros de la banda terrorista como a su trayectoria y la de otros grupos terroristas.
Rechazo del PSOE y sus socios
Sin embargo, parece que no ha sido suficiente y el PSOE, junto con Sumar y el resto de socios nacionalistas e independentistas han votado en contra de la moción.
Para el regionalista de UPN, Alberto Catalán, que había registrado la moción, «esta votación es un ejemplo más del blanqueamiento a Bildu y su connivencia con los independentistas».
Ha recordado que «el ministro Marlaska se comprometió el 29 de mayo de 2020 a modificar la ley para regular un régimen sancionador que sirviera para acabar con los actos de enaltecimiento del terrorismo, pero no ha hecho nada porque su continuidad al frente del Ministerio del Interior y de la del propio Sánchez como presidente del Gobierno está en manos de los herederos políticos de ETA».