Salvador Illa sale vivo pero no ileso de su tensa comparecencia en el Senado

El segundo y definitivo asalto entre el PP, Junts y ERC, por un lado, y Salvador Illa por el otro se libró este miércoles en el Senado. El exministro de Sanidad comparecía en una comisión de investigación sobre los contratos de la pandemia por segunda vez en 48 horas, y visiblemente hastiado. De hecho, no desaprovechó la ocasión de recordar que «casi» se pierde Sant Jordi con tanto viaje a Madrid. «Pero aquí me tienen, sin ningún tipo de problema y dispuesto a dar todas las explicaciones», añadió.

El ahora candidato del PSC a las elecciones catalanas salió vivo del interrogatorio en la Cámara Alta por su carácter correoso y porque, básicamente, centró su línea de defensa en las urgencias de la pandemia. «La prioridad, al menos la mía, era traer material», resumió.

Vivo sí, pero no salió ileso. Los senadores del PP Alfonso Serrano y Luis Santamaría y el senador republicano Joan Josep Queralt apretaron las tuercas a Illa lo suficiente como para que éste fuera incapaz de explicar por qué recibió a Koldo García en su despacho. Es más: reconoció que lo hizo sin cita previa.

«¿A cuántos de los casi 900 asesores del Gobierno habría recibido usted sin cita previa?», preguntó Serrano, jocoso. «A todos los que hubieran venido. Y le remití a los técnicos, vía Gabinete», respondió Illa. Con esta última afirmación, el líder del PSC trató de enmendar la contradicción en la que cayeron el lunes él y su entonces jefe de Gabinete, Víctor Francos. Cuando el primero afirmó que remitió a Koldo García a los técnicos y el segundo reconoció que se entrevistó con el asesor de José Luis Ábalos a petición de Illa.

La comparecencia del exministro giró en torno a esa reunión y al acuerdo marco que Sanidad firmó con la UTE formada por Ferrovial y Soluciones de Gestión (la empresa vinculada a Koldo García). Según Illa, haber excluido a Soluciones de Gestión habría sido ilegal, porque cumplía los «requisitos». A lo que el senador Santamaría añadió: «Cumplía los requisitos por los contratos fraudulentos con Puertos, Adif, Canarias y Baleares».

Illa solo se relajó durante el turno del senador socialista Alfonso Gil, que llegó a definir la comisión de investigación como una «crucifixión». «Cuando uno escupe para arriba también luego cae para abajo», añadió éste.

Los socialistas llegaron a pronosticar que el candidato del PSC iba a salir reforzado de sus comparecencias en las comisiones de investigación del Congreso y el Senado. No lo pareció.