El porcentaje de voto, con Sumar hundido y el PSOE por debajo del 30 %
Los primeros sondeos
Yolanda Díaz hunde a Sánchez con ella y Feijóo empieza el curso con cinco puntos de ventaja
El promedio de las últimas encuestas, elaborado por Electrocracia, sitúa al PSOE por debajo de la barrera del 30 % y sin opciones de sumar. El PP crece y alcanza la mayoría absoluta con Vox
A Yolanda Díaz le gusta presumir de que Sumar es «el alma del Gobierno». Pero un alma errante, a juzgar por los resultados de las últimas encuestas. El hundimiento del partido de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se ha convertido en un pesado lastre para Pedro Sánchez. Tanto como para echar por tierra cualquier opción de gobierno, apenas diez meses después de su investidura. Ni siquiera con independentistas y nacionalistas de todo tipo lo lograría ahora. Ni siquiera con Carles Puigdemont.
Por el contrario, el PP es el único partido que crece, y sumaría mayoría absoluta con Vox incluso en su horquilla más baja. Sin necesitar a Alvise Pérez, que sigue en la cresta de la ola electoral, espoleado por los tres escaños que obtuvo en las elecciones europeas.
Los últimos sondeos publicados al comienzo del curso sitúan al PSOE por debajo de la barrera psicológica del 30 %, de la que no bajó ni en las europeas de junio de 2024 ni en las generales de julio de 2023. Concretamente, en el 29,5 %. Y a Sumar en solo un 6,3 % de intención de voto, según el promedio realizado por Electrocracia. La caída de Díaz es ya mayor que la que protagonizó Ciudadanos en la repetición electoral de noviembre de 2019. Y, de ahí, el partido de Albert Rivera fue directo a su desaparición.
La asignación de escaños según la media de las últimas encuestas
Sánchez obtendría entre 124 y 125 escaños, frente a los 131 que logró en julio de 2023. Díaz únicamente sacaría entre 9 y 10. En el mejor de los casos, entre ambos sumarían 135, a 41 de la mayoría absoluta. Nacionalistas e independentistas -ERC, Junts, Bildu, el PNV, el BNG- lograrían entre 31 y 33. Así que los números no darían de ninguna manera a los socialistas.
Alberto Núñez Feijóo, por su parte, empieza septiembre con un apoyo ciudadano del 34,5 %, que es casi un punto y medio más de lo que obtuvo en los comicios generales. Ello se traduciría en entre 152 y 153 escaños, por sí solo muy lejos de la mayoría absoluta. Vox continúa doliéndose de la irrupción de Se acabó la fiesta y cae dos puntos, aunque se mantiene por encima del 10 %. En concreto, en el 10,4 %, que traducido son entre 24 y 25 escaños. Alvise Pérez pegaría a Santiago Abascal un mordisco del 4,2 % del voto, entre dos y tres diputados.
La relación entre el PP y Vox se tensó al final del curso pasado y derivó en la salida de los de Abascal de los cinco gobiernos regionales que compartían (en Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón, Murcia y Extremadura), motivada por la acogida de menores extranjeros en esas y todas las comunidades. No parece que a partir de septiembre vaya a mejorar.
Los problemas no vienen solos
El curso ha arrancado plagado de minas para Sánchez. La crisis migratoria, la revuelta interna motivada por el concierto económico para Cataluña -que María Jesús Montero niega que sea tal-, los problemas judiciales de su mujer y su hermano, el caso Koldo, las amenazas de José Luis Ábalos, los congresos internos de ERC y Junts, la incapacidad de aprobar los Presupuestos de 2025… «El Gobierno está sumido en una parálisis absoluta, en una inacción total. Dudamos mucho de que sean capaces de presentar los Presupuestos», señaló este lunes el portavoz de Podemos, Pablo Fernández. Partido del que los socialistas necesitarían su apoyo en el caso altamente improbable de que el Ejecutivo llegue a presentar las cuentas públicas de 2025 para después negociarlas con los socios.
Ante el complicado panorama que depara el otoño, el presidente ha optado por adelantar el Congreso Federal del PSOE para blindarse y hacer cambios en el Gobierno, en la cúpula del partido y en las estructuras territoriales.
Feijóo, por su parte, tiene ante sí el reto de mantener prietas las filas del PP ante el acuerdo privilegiado firmado entre socialistas y republicanos en Cataluña. Dado que los populares se malician que el Gobierno intentará tentar a otras comunidades, buscando abrir grietas en el artesonado del PP. El líder de los populares dejó claro este lunes que ninguno de los presidentes regionales de su partido negociará de forma bilateral con el Estado. También sostuvo que extrapolar el cupo catalán al resto de autonomías costaría 33.000 millones de euros.
