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El presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido

El presidente del TC, Cándido Conde-PumpidoPaula Argüelles

Guerra en el TC por las recusaciones: «No hay precedentes para fraccionarlas»

El presidente del órgano «tratará de utilizar un caso único y excepcional de 2014», que «no tenía mayor trascendencia», para justificar una maniobra ad hoc con la que «se garantiza la mayoría» para apartar la magistrado José María Macías del asunto

La guerra interna por las recusaciones de magistrados que inundan los recursos de la ley de amnistía, nada menos que un total de 54 impugnaciones, no ha hecho más que empezar. La nueva maniobra diseñada por el presidente de la Corte, Cándido Conde-Pumpido, por la que ha «fraccionado» los Plenos en los que se verá «cada una de las tres» que hay que resolver antes de entrar en el fondo de la polémica norma y que pesan sobre sí mismo, la magistrada Laura Díez y el magistrado José María Macías, ha incrementado la división entre los dos bloques que componen el Tribunal.

«No hay precedentes de una solución individualizada de los incidentes» con los que, tradicionalmente, se trata de apartar a los magistrados de las causas, ha podido confirmar El Debate. «Lo establecido y ordinario es que se hubieran visto todas juntas en un mismo Pleno, se hubieran resuelto en un único auto y que, en el proceso no participase ninguno de los recusados siguiendo lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) que es la aplicable de forma supletoria», apuntan fuentes jurídicas a este diario.

Sin embargo, en este caso concreto, Conde-Pumpido ha convocado un Pleno «compuesto a la carta» para «dividir en fases las recusaciones y solventarlas de manera escalonada» lo que, en definitiva «le permitirá predeterminar la solución» por una cuestión de mayoría numérica de los miembros que componen cada uno de los sectores de la Corte, denuncian varios expertos constitucionalistas.

Se trata de conseguir, por lo tanto, que en primer lugar quede desestimada la recusación que afecta al presidente del órgano, la próxima semana, por un previsible cuatro a cuatro en el que el voto determinante será el de la vicepresidenta Inmaculada Montalbán. De esta forma, Conde-Pumpido entraría ya a participar en la recusación que pesa sobre la magistrada Díez (quien contaría con un cinco a cuatro para sortear su tacha); y, al mismo tiempo, quedaría rehabilitada para sumarse al resto de los miembros del TC, en el cónclave que solucionará (por 6 votos a 4) negativamente la continuidad del conservador Macías.

Hay más de una treintena de ejemplos recientes en los que las recusaciones han sido, «el presidente del órgano, el magistrado Juan Carlos Campo y la magistrada Laura Díez que se han evacuado en un mismo acto en el que no ha intervenido ninguno de ellos», corroboran fuentes judiciales a este diario.

Y, por el contrario, hay que remontarse al año 2014 para encontrar un «caso único» y «excepcional» en el que el órgano subsanó dos recusaciones –presentadas por aquel entonces por los letrados del Parlamento de Cataluña, en un recurso de inconstitucionalidad, contra los magistrados Pedro González-Trevijano y Francisco Pérez de los Cobos– y que al que se aferra Conde-Pumpido para justificar su decisión de escalonar las recusaciones de la amnistía.

Un escenario que, a juicio de los expertos, «desprestigia todavía más» al TC, en un asunto tan polémico como el borrado penal del procés. Esta nueva maniobra «convierte en previsible el resultado» de una causa «en función de su sumisión a los dictados de fuera» y en respuesta a otros intereses que no son los «estrictamente legales» a los que debería someterse.

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