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María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)EFE

Investigación

La directora del Centro contra el Cáncer ha dado en su mandato 16,3 millones a empresas vinculadas a personas de su confianza

María Blasco se niega a dimitir a pesar de las irregularidades en el desvío de fondos para la compra de arte y el cobro de un sobresueldo de 150.000 euros

María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, está en el punto de mira desde hace varias semanas por las irregularidades en la gestión de la entidad pública. El Debate publica hoy en exclusiva que durante los últimos años ha adjudicado contratos por 16,3 millones de euros a un entramado societario en el que figuran dos personas de su máxima confianza que ocupan puestos directivos en la institución. La directora del Centro se niega a dimitir mientras un juez evalúa la posibilidad de abrir diligencias contra ella por los delitos de malversación de fondos públicos, estafa y apropiación indebida.

Las dos personas vinculadas al conjunto de empresas que se han visto beneficiadas por las adjudicaciones públicas que ha autorizado Blasco son Juan Arroyo Muñoz, tesorero del CNIO, y José Ramón Martínez Méndez, exjefe de Personal del Centro. En total, Blasco ha adjudicado aproximadamente un centenar de contratos a las empresas Alaos ITL SL, que ha recibido 3,7 millones de euros; Solmeglas SL, que ha firmado 2,1 millones de euros; Zeus Iniciativas de Proyectos SL, que ha recibido 1,5 millones de euros; y Gedosol Soluciones Globales SL, que ha firmado 8,9 millones de euros.

De hecho, muchas de estas empresas sólo reciben contratos públicos del CNIO y no de ninguna otra administración pública. Además de estos contratos, en su mayoría licitados mediante el procedimiento abierto -es decir, con la convocatoria de un concurso público a la que se presentan varias compañías-, varias de estas empresas también reciben en paralelo más contratos del Centro por el procedimiento de los contratos menores. Es decir, a dedo, ya que se trata de un modo en que el organismo adjudicador alega «necesidad urgente» para contratar un determinado servicio.

Arroyo, tesorero del Centro, está vinculado a este entramado a través de las empresas que tiene a su nombre. En la actualidad, el responsable de las finanzas del CNIO cuenta con cuatro compañías donde figura como administrador único o apoderado. Todas ellas están domiciliadas en la calle Don Quijote número 11 de Madrid. Se trata de la misma dirección de se encuentra Zeus, una de las empresas que se encuentran bajo sospecha. Alaos, que a su vez está conectada con Solmeglas a través de sus gestores, contrata los servicios de Navestalia SL, que durante varios años tuvo su domicilio social en la calle Bravo Murillo número 307 de Madrid, donde en el pasado el tesorero del Centro también tuvo sus negocios.

La conexión entre Gedosol, que se ha visto beneficiada con casi nueve millones de euros del CNIO, y Blasco está en Martínez Méndez, que fue director de Personal del Centro, y en José Antonio Galindo Ruiz, del departamento financiero. Las parejas de estos dos trabajadores de la entidad pública médica están empleadas en Gedosol. La esposa de Martínez Méndez, llamada Juana Cano Dávila, es apoderada de la sociedad, y la de Galindo, Susana Rodríguez Baz, trabaja en la compañía en labores de facturación. De todos los proveedores que tiene el Centro contra el Cáncer, estas cuatro empresas son de las que más contratos reciben.

El objeto de los contratos que ha recibido este entramado durante los últimos años es de lo más variado. Algunos de ellos son: alquiler de almacenes, suministro de material fungible y equipamiento de laboratorio, servicios de apoyo a la secretaría de dirección, digitalización y tratamiento de documentos, gestión de programas de formación, desarrollo de una herramienta para controlar inventarios o asistencia para la gestión administrativa de gerencia, entre otros. Además de los contratos también han recibido significativas subvenciones procedentes de instituciones públicas como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) del Ministerio de Economía.

Abandonadas en el sótano

Blasco está en el punto de mira por el desvío de un millón de euros para la compra de cuadros y esculturas y por el cobro de un sobresueldo en paralelo a su nómina de 230.000 euros al año, de las más altas de la administración pública. La directora del Centro puso en marcha en 2018 el programa CNIO Arte para, según argumentó, «conectar la ciencia con el arte». Uno de los primeros actos estelares fue presentado por Blasco junto a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además del gasto en las piezas también existen decenas de facturas de viajes que fueron cargados al erario público con el pretexto de exponer las obras. Algunos de los destinos fueron Estados Unidos o Mozambique.

Trabajadores del CNIO explican a este periódico que muchas de las obras ahora se encuentran abandonadas en uno de los sótanos del Centro. Una de ellas, por ejemplo, consiste en tres bidones de gasolina y un falso techo de chapa. «Un arte abstracto, por decirlo de alguna manera, de difícil encaje en el mercado ordinario», explica un directivo de la institución que opta por mantener su identidad en el anonimato por temor a represalias. Otra de las piezas que se compró, por ejemplo, es un mural agrietado o un conjunto de luces led con cables colgando.

El cobro del sobresueldo por parte de Blasco coincide con la compra al contado de dos casas en Galicia que publicó El Debate. En la operación de compraventa también participó Ruth Toledano, pareja de Blasco. Toledano colabora con la Fundación Franz Weber, que ha sido incluida recientemente como beneficiaria de un programa del CNIO que cuenta con 2,4 millones de euros. Si bien Blasco ha puesto su cargo a disposición del Patronato, se niega a dejarlo por voluntad propia. Por todos estos hechos, el sindicato Manos Limpias la ha denunciado por los delitos de malversación de fondos públicos, estafa y apropiación indebida.

¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente El Debate? Escribe a investigacion@eldebate.com si tienes pistas o indicios que consideras relevantes. La verdad siempre merece ser contada.

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