El Gobierno defiende a Lalachus y avanza una rebaja del delito de ofensas religiosas

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha salido en defensa de la humorista Laura Yustres, conocida como Lalachus, en plena polémica por su ofensa a los sentimientos religiosos durante la retransmisión de las campanadas de RTVE al mostrar ante las cámaras una estampa del Sagrado Corazón de Jesús con la vaquilla del programa televisivo Grand Prix.

En un mensaje publicado en su cuenta de X, el ministro socialista avanza que el Gobierno impulsará este nuevo año la reforma del delito de ofensas religiosas para, asegura, «garantizar la libertad de expresión y creación», enmarcado en el Plan de Acción para la Democracia que el Ejecutivo de Sánchez ha empezado a desplegar este diciembre.

No solo eso, sino que Bolaños también arremete contra los que denomina «ultras» que se han sentido ofendidos, a los que acusa de intentar «amedrentar», en alusión a la denuncia interpuesta por la asociación Hazte Oír, que este mismo miércoles ha presentado una demanda contra Lalachus, así como contra el presentador David Broncano y el presidente de RTVE, José Pablo López, por un delito contra los sentimientos religiosos.

El gesto de la presentadora y humorista ha generado un revuelo en redes sociales, donde se le ha afeado su burla a los millones de creyentes de nuestro país. «Yo siempre llevo encima mi estampita de la vaquilla del Grand Prix, porque hemos crecido todo el mundo viendo el Grand Prix, lo importante que es la televisión, y la televisión pública, en este caso, más que ninguna, (...) porque creo que tú y yo y muchísima gente estamos hechos de cachitos de tele», expresó Lalachus desde el balcón de la Puerta del Sol.

Eliminar el delito

La intención del Gobierno, tal como se conoció a principios de curso, es eliminar el delito de ofensas religiosas del artículo 525 del Código Penal, a través de una reforma legislativa acordada con Sumar. Actualmente este artículo establece una pena de multa de ocho a doce meses para aquellos que, para ofender los sentimientos religiosos, «hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican».

Forma parte de su plan de «regeneración democrática». Entre la treintena de medidas que este contempla, y que desgranó en tres ejes el propio Bolaños tras el Consejo de Ministros a mediados de septiembre, se encuentra la «reforma integral de los artículos del Código Penal que pueden afectar al derecho de libertad de expresión y a la creación artística, entre otros casos cuando se refiera a las instituciones del Estado, se trate de delitos contra los sentimientos religiosos o de escarnio público u otros supuestos».

Como contó El Debate, si bien el Gobierno lo justificó en su día como una medida para homologar el Código Penal español a los países de nuestro entorno, la realidad es que solo seis de los 27 Estados miembros de la Unión Europea no sancionan como delito las ofensas a los sentimientos religiosos de sus ciudadanos.

«No es libertad de expresión, es sectarismo»

En contra de la posición adoptada por el ministro Bolaños se ha pronunciado en redes sociales la fundación NEOS, que preside el exministro Jaime Mayor Oreja. «El ataque contra lo que somos, nuestra fe, tradición y costumbres no es fortuito, casual ni un hecho aislado», ha expresado en X denunciando los hechos. «No es libertad de expresión, es sectarismo», ha subrayado.