En el 30 aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez
Consuelo Ordóñez: «Del legado de mi hermano no queda absolutamente nada, y menos en su partido»
La hermana del concejal del PP asesinado por 'Txapote' hoy hace 30 años se muestra «harta de la clase política y la clase judicial»
Treinta años hace hoy que el parlamentario vasco, teniente de alcalde de San Sebastián y presidente del PP de Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, fue asesinado de un tiro en la nuca y por la espalda que le descerrajó Javier García Gaztelu 'Txapote' en el bar La Cepa de San Sebastián. Tres décadas desde que ETA acabó con un referente en la política española y también en la sociedad civil española.
Su hermana, Consuelo Ordóñez, hoy presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) reconoce en declaraciones a El Debate que «yo nunca seguí la vida política de mi hermano hasta que lo mataron». Sin embargo, su asesinato cambió su vida y la de todos los que rodeaban al político vasco.
— Treinta años ya del asesinato de su hermano: una fecha especial, y este año más
— Estoy muy agradecida a todos los medios que habéis puesto el foco estos días en mi hermano, aunque yo no puedo tener más presente a mi hermano todos los días. Pasan los años y no es que lo tenga más presente, es que siento a mi hermano más encima de mí. Siento que me utiliza para que yo diga cosas, para que yo alce la voz, para que yo trabaje en esta dirección que estoy haciendo. Yo nunca seguí la vida política de mi hermano hasta que lo mataron. Y entonces es cuando he admirado esa forma que tenía de hacer política. Y por eso mismo, cada día me siento más incómoda en la situación actual de la política actual, porque veo que no puede estar más en las antípodas de cómo mi hermano vivió e hizo política.
— ¿El asesinato de Gregorio Ordóñez supuso un cambio en la actitud contra ETA?
— Él decía que con ETA se iba a acabar arrebatándole la calle con una rebelión ciudadana. Y por eso alababa mucho a los movimientos pacifistas a los que yo precisamente empecé a ir dos meses después de que lo asesinaran y eso transformó mi vida. Sí que es verdad que esos movimientos cívicos, lo que son los ciudadanos anónimos que se rebelaron contra ETA, sí que fue el principio del fin en ese sentido. No es lo mismo ir yo ahora San Sebastián que en el año 2000. No tiene nada que ver. Y bueno, pues la verdad es que con sus altibajos sí, que se puede considerar que, como era conocido, su asesinato sí generó esa conmoción, esa rebeldía, que más gente se pusiera a plantar cara en donde era más difícil hacerlo, que era en el País Vasco.
— Ahora después de 13 años sin terrorismo, ¿qué queda del legado de Gregorio Ordóñez?
— Del legado de mi hermano no queda absolutamente nada, y menos en su partido. Yo creo que habrá algunos concejales de pueblos, gente más de base, más que no son los líderes, que está claro que admiran a mi hermano. Para mí la esperanza está en ellos. Lo que es claro es que mi hermano se metió en el momento y en el lugar más difícil para hacer política. Mi hermano era un político de raza. La política bien entendida debería ser siempre como la practicó mi hermano nada más llegar cuando tenía 24 añitos, que es llegar a acuerdos con el diferente en beneficio del interés de los ciudadanos. Y así, gobernó con el PNV. Luego gobernó con EA, más nacionalistas todavía, y luego le mataron estaba gobernando con el PSE. Hoy, ¿Qué sería mi hermano para todos esos fanáticos del PP y los que hacen sus referentes a los líderes del PP de hoy? Hasta los 27 años del asesinato nunca el PP hizo una escuela que llevara el nombre de mi hermano. Porque igual no les interesaba esa clase de político volcado en la ciudadanía. Cuando me levantaba por la mañana, él se había ido y cuando yo me acostaba, todavía no había venido. Eso es vocación de servicio.
No han derrotado a ETA con el Estado de Derecho. Hemos sido las víctimas las que seguimos pagando el precio de la paz
— Treinta años después aún seguimos a vueltas con los encausados por su asesinato
— ¿Tú te crees que es normal que más de la mitad de las víctimas no hayamos tenido justicia? ¿Tú te crees que es normal que hace ahora 10 años que reabrimos la cusa de mi hermano contra la cúpula de ETA y todavía no se haya abierto juicio oral? Ya está todo en los autos. Incluso aparecieron hasta dos testigos protegidos. Ya sé que no van a encarcelar a nadie que esté fuera. Porque estamos viviendo un final de ETA negociado. Y sé que no han detenido a nadie, que quien cumplió con las exigencias de ETA fue Rajoy. Que se puso de acuerdo con Zapatero en 2010. No hemos derrotado a ETA con el Estado de derecho. Quienes hemos pagado el precio de la paz hemos sido las víctimas y lo único que han hecho nuestros gobernantes es mentir y cometer trampas al Estado de derecho para satisfacer todas y cada una de las exigencias de ETA para dejar de matar. No ha habido tiempo mejor para hacer política, Cayetana Álvarez de Toledo y señora Ayuso que ahora que ETA no está matando todos los días. Pero dejen de engañarnos y de mentir, que para eso se han puesto de acuerdo el señor Zapatero y el señor Rajoy, el PP y el PSOE. No han derrotado a ETA con el Estado de derecho. Hemos sido las víctimas las que seguimos pagando el precio de la paz. Y por eso solo Covite estamos denunciando los terceros grados fraudulentos. Todos los demás, callados. Yo sí que tengo presente a mi hermano. Así que estoy harta de la clase política y de la clase judicial que hemos tenido en este país. Porque sabemos perfectamente quién paga el precio de las negociaciones. Este país, con quien tiene una deuda infinita, es con las víctimas que hemos pagado el precio de la paz que disfrutamos todos. No le debemos nada ni a Zapatero ni a Rajoy. Y ahí están cumpliendo todavía la última exigencia de ETA que es vaciar las cárceles, concediendo como churros terceros grados fraudulentos sin estar arrepentidos, como ordena Sortu.