
Ione Belarra y Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa
Jugando con fuego
El choque entre Sánchez y Podemos se convierte en una bomba de relojería para la izquierda
Cansado de los ataques ad hominem de los morados, el presidente ha decidido plantarles cara. Pero su postura entraña riesgos: Podemos es tan necesario como otros socios y más imprevisible
Fue un golpe bajo que dejó a Ione Belarra con cara de pocos amigos, fulminando al presidente del Gobierno con la mirada desde su escaño. Pedro Sánchez le acababa de decir desde el atril de oradores: «Nosotros desde España tenemos que comprometernos con la seguridad y la defensa de todos los europeos. Por cierto, lo hemos hecho con ustedes en el Gobierno, y ustedes no dijeron nada. ¿Será porque estaban ustedes en el Gobierno? Porque nosotros hemos aumentado, desde que yo soy presidente del Gobierno, en 10.000 millones de euros el presupuesto en Defensa, señoría. Con ustedes en el Gobierno, con usted como ministra. Usted no me llamaba entonces ‘señor de la guerra’. Ahora sí», lo que le valió el aplauso de los diputados socialista. Belarra no solo le había llamado «señor de la guerra» durante el debate. También le había acusado de estar buscándose una jubilación dorada en los despachos europeos.
Cansado de los ataques ad hominem de los morados, el presidente ha decidido ir a la guerra contra Podemos. Guerra que, en este caso, no empezó él, sino que sus antiguos socios llevan meses aprovechando la crisis internacional para hacer campaña. No solo contra el PSOE sino sobre todo contra Yolanda Díaz, a la que acusan de hacer seguidismo del presidente. El miércoles, Belarra y los otros tres diputados de Podemos abandonaron el Pleno para salir a acompañar a los artistas que se citaron en la puerta de los leones del Congreso para leer un manifiesto contra la guerra y el rearme europeo.
La encuesta de Target Point que publicó El Debate el pasado fin de semana reflejaba que los votantes de Podemos son los únicos mayoritariamente opuestos al aumento del gasto en Defensa, ni siquiera los de Sumar los acompañan: el 37 % de los primeros opinaban que hay que mantenerlo como está y otro 24 % respondían que incluso debería reducirse.

Encuesta de Target Point III
El apoyo al aumento del gasto en Defensa ya es mayoritario incluso entre los votantes de Sumar
Podemos es un socio tan necesario para Sánchez como los demás, pero más imprevisible
Guste o no a los socialistas, que no les gusta, Podemos es un socio tan necesario como ERC, Bildu o el PNV. Tiene cuatro votos, pero imprescindibles. Ya se lo demostraron los morados a Sánchez cuando, en diciembre, estuvieron a punto de votar en contra de levantar el veto del Senado a la ley de eficiencia judicial, la ley estrella de Félix Bolaños, lo que habría pospuesto al menos dos meses su entrada en vigor.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes negoció con la ahora eurodiputada Irene Montero y el arreglo al que llegaron fue extender seis meses las bonificaciones al transporte y un año más la prohibición de los desahucios a las familias y colectivos más vulnerables. En teoría iban a ir en un decreto ley aparte, pero por falta de tiempo el Gobierno acabó incluyendo ambas medidas en el decreto ómnibus que después tumbó el Congreso y que, a la segunda, una vez troceado, salió adelante gracias al cambio de postura de Junts (previo paso por caja). Poco antes, Podemos también había hecho sudar al Gobierno para aprobar su paquete fiscal.

Ione Belarra y los otros tres diputados de Podemos, el miércoles en el Congreso
A diferencia de Junts, los morados tienen cuatro votos en el Congreso en lugar de siete, pero igualmente pueden bloquear cualquier negociación legislativa o amenazar con ello al menos: el PP, Vox y UPN suman 171, que con los cuatro de Podemos son 175, la mitad de la Cámara, lo justo para forzar cualquier empate. Y los empates no son suficientes para el Ejecutivo en la aritmética parlamentaria.
En el Gobierno quieren pensar que Podemos no es como Junts y que nunca pondrá en jaque la legislatura; que los morados solo buscan crecer en los sondeos a costa de achicar el espacio a Sumar, que tiene menor margen de maniobra porque se sienta en el Consejo de Ministros. Pero no tienen certezas, y mucho menos garantías, de lo que pasa por la cabeza de Pablo Iglesias. Al comienzo de la legislatura tampoco nadie habría apostado a que sus cuatro diputados se saldrían del grupo parlamentario de Sumar para ir al Mixto y tener voz propia. Y ocurrió solo tres semanas después de la investidura de Sánchez.
El partido celebrará dentro de dos semanas su quinta Asamblea Ciudadana, los días 11 y 12 de abril. Será la de la reelección de Ione Belarra como secretaria general, en un contexto de crecimiento en las encuestas con su postura antimilitarista. El último sondeo de Target Point sitúa a Podemos con un 4,3 % de intención de voto, frente al 5,5 % de Sumar. Uno de cada cinco votantes de Yolanda Díaz se decantarían hoy por Podemos, he ahí la cuestión.