El expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla

El expresidente cántabro Miguel Ángel RevillaEFE

Revilla, indignado con Don Juan Carlos: «Si no fuera inmune estaría como Sarkozy, con un localizador»

El expresidente cántabro sostiene que, sin su protección legal, Juan Carlos I se enfrentaría a consecuencias judiciales similares a las de los líderes franceses

El expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha afirmado que no se arrepiente de sus declaraciones sobre Juan Carlos I y sostiene que, de no ser por su condición de inviolable, el Rey emérito «probablemente estaría en una situación similar a la de Marine Le Pen en Francia o a la de Nicolas Sarkozy, quien lleva un dispositivo de localización».

Revilla ha reconocido que su último libro es «contundente», pero considera que el monarca «se lo merece». Además, interpreta la demanda por derecho al honor interpuesta por Juan Carlos I como un intento de «silenciar otras voces» y «dar un escarmiento» aprovechando su notoriedad pública.

En este sentido, ha expresado su deseo de que el Rey emérito asista al acto de conciliación previo a la demanda, trámite solicitado por su abogada. Durante una rueda de prensa, el líder del PRC ha cuestionado por qué la denuncia va dirigida contra él y no contra otras personas como Bárbara Rey o Corinna Larsen, quienes han hecho afirmaciones comprometedoras sobre el monarca. También ha señalado que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha publicado información sobre los gastos en dependencias destinadas a sus amistades sin que ello haya derivado en acciones legales similares.

«No me arrepiento», ha insistido Revilla, quien ya cuenta con defensa legal a cargo del abogado José María Fuster Fabra, militante del PRC desde hace años.

La abogada de Juan Carlos I, quien también representa a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, anunció la demanda contra Revilla por «expresiones calumniosas e injuriosas» pronunciadas en medios de comunicación entre mayo de 2022 y enero de 2025.

Para el expresidente cántabro, la decisión del Rey de demandarle es «injusta e incluso mezquina», ya que, debido a su inviolabilidad, «no se le puede hacer nada». Asegura, además, que no ha cometido ningún delito y que sus afirmaciones se basan en hechos ya conocidos.

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