
Pedro Sánchez, este jueves en la Moncloa
De la necesidad, virtud
Sánchez busca en los aranceles la popularidad que no le está dando el rearme
El presidente trata de aprovechar el proteccionismo de Trump para revitalizar su Ejecutivo y buscar adhesiones ciegas por parte de socios y oposición
La guerra comercial declarada por Donald Trump difícilmente se parece a la pandemia, y menos aún a la invasión de Ucrania por Rusia. Pero el presidente del Gobierno utilizó este jueves ambos ejemplos para pedir a los ciudadanos que confíen en él. «En estos más de siete años he tenido que enfrentarme a decisiones muy difíciles (…), y siempre las he afrontado con espíritu de equipo, con vocación de diálogo, acordando y no imponiendo, como sucedió en el pasado, con mirada larga y con compromiso social», enumeró.
Pedro Sánchez compareció en la Moncloa para desgranar el trazo grueso -la letra pequeña tendrá que esperar- de lo que su equipo ha bautizado como Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial. Porque si algo gusta a su Gabinete es poner nombres sonoros a sus planes (el último fue el Plan de respuesta inmediata, reconstrucción y relanzamiento de la Comunidad Valenciana).
Eso y hacer que el presidente los presente bien respaldado; en este caso, por más de medio Ejecutivo y representantes de diversos sectores empresariales, ante los que anunció un paraguas de 14.100 millones de euros con trampa: 6.700 millones ya estaban desplegados y solo los moverá de sitio, y el grueso de los 7.400 millones nuevos son avales y préstamos ICO que, por lo tanto, hay que devolver.

Respuesta a los aranceles
El plan de Sánchez incluye ayudas para el automóvil ya anunciadas, y casi la mitad son créditos del ICO
Ya lo dejó caer cuando hizo un llamamiento a todos los partidos para que no haya «divisiones impostadas ni cálculo político», sino que trabajen «codo con codo» con él y con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que abrirá una ronda de contactos con los grupos parlamentarios. Sánchez se anticipó de esta manera a los futuros decretos leyes que aprobará el Consejo de Ministros y que después tendrá que convalidar el Congreso.
También invocó el «diálogo» con los agentes sociales, con las comunidades autónomas, a las que Cuerpo convocará a una próxima Conferencia Sectorial de Comercio, y con la Comisión Europea. El presidente quiere a todos detrás de él. «No vamos a dejarnos arrastrar por el pensamiento de suma cero», anunció también, ante las pegas que seguro habrá por parte de otras formaciones.
No por casualidad, Sánchez contrapuso su rápida reacción a la «indolencia» de tiempos pasados -se refería a los del PP-, cuando el Gobierno solo sabía «ponerse de perfil» y aplicar «dogmas neoliberales». «En cambio, este Gobierno está presente, asume su responsabilidad, usa todos los recursos para ayudar a la gente», señaló, sacando pecho.
El Gobierno ha puesto en marcha la campaña publicitaria «Nuestros valores no están en venta. Nuestros productos sí» y prepara el terreno para el viaje de Sánchez a China de la próxima semana, el tercero en dos años. Durante su discurso, el presidente proclamó la necesidad de explorar nuevos mundos. «Vamos a ayudar a nuestras empresas a encontrar nuevos mercados y ampliar sus exportaciones», aseguró. En este sentido, también incidió en la necesidad de que la UE ratifique cuanto antes el acuerdo con Mercosur.
De momento, lo único que hay tangible es el tercer plan MOVES del Gobierno, con incentivos para la compra de vehículos eléctricos. El Consejo de Ministros aprobó el martes una dotación de 400 millones de euros para ello.