Radiografía de la minería andaluza: las principales explotaciones de Andalucía, en manos de multinacionales

Hablar de minería andaluza es hablar directamente de minería española, ya que Andalucía representa el 40 % de la producción minera nacional, una cifra que asciende al 90 % en el caso de la minería metálica. Se trata de una actividad que genera el 8,3 % del valor añadido bruto de la industria andaluza y que alcanzó en 2021 un valor de producción de 1.365 millones de euros.

Actualmente hay 1.320 derechos de explotación en vigor repartidos en 272.649 hectáreas, y 465 explotaciones activas que generan 8.600 empleos en Andalucía, lo que supone el 29 % de lo que genera el sector a nivel nacional. Se da la circunstancia de que las principales explotaciones mineras de Andalucía están en manos de multinacionales.

Cobre Las Cruces

Es el caso de Cobre Las Cruces, uno de los yacimientos de cobre más ricos del mundo, ubicado en los términos municipales de Gerena, Salteras y Guillena, en la provincia de Sevilla. El complejo minero es propiedad de la multinacional canadiense First Quantum Minerals, uno de los líderes del sector a nivel mundial. La producción se inició en 2009, pero el proyecto comenzó a gestarse en 1992, año en el que se pusieron en marcha las exploraciones.

Cobre Las Cruces se encuentra ahora en la fase final de su actual proyecto de explotación, una vez agotadas las reservas del yacimiento que ha venido explotando desde 2009 mediante minería a cielo abierto. En paralelo, trabaja en la puesta en marcha de un nuevo proyecto de minería subterránea y nueva refinería polimetalúrgica para la producción de cuatro metales refinados: cobre, zinc, plomo y plata.

El proyecto, denominado PMR, supondrá una inversión superior a los 500 millones de euros y prevé un periodo de actividad de 18 años. Durante este año 2023 se han completado los permisos administrativos clave del proyecto y se han iniciado los trabajos previos para su desarrollo.

Riotinto

La multinacional chipriota Atalaya Mining es la propietaria actual de los yacimientos de la cuenca minera de Riotinto-Nerva (Huelva), zona dedicada históricamente a la minería. En el caso del complejo de Cerro Colorado, donde hoy en día se desarrolla una mayor actividad, su principal reserva mineral es de cobre y asciende a unas 700.000 toneladas probadas.

Recientemente, la Junta de Andalucía ha dado luz verde a la ampliación de la cuenca minera de Riotinto, explotada por la filial española de Atalaya Mining, a través de una modificación sustancial de su autorización ambiental unificada, lo que le permitirá extraer 197 millones de toneladas de reserva de mineral de cobre en esta explotación, que alcanzará un ritmo de 15 millones de toneladas anuales.

El Gobierno andaluz aprobó el pasado mes de julio la Estrategia para una Minería Sostenible en Andalucía 2030 (EMSA 2030), «dirigido al fortalecimiento del sector minero en toda la cadena de valor, reforzando su competitividad mediante el apoyo a la internacionalización de las empresas, impulsando la investigación de recursos minerales disponibles, favoreciendo proyectos de innovación y cooperación empresarial y fomentando la seguridad de las personas y de las instalaciones».

Aznalcóllar

Mención aparte merece el caso de la mina de Aznalcóllar, en la provincia de Sevilla. Actualmente, es propiedad de la empresa Minera Los Frailes, propiedad a su vez de Grupo México (97,31 %), líder en producción de cobre a nivel mundial, y Magtel (2,69 %), y encargada de reabrir el yacimiento.

Anteriormente, la mina de Aznalcóllar estuvo en manos de la multinacional sueca Boliden, que, 25 años después del famoso vertido, acaba de ganar un juicio a la Junta de Andalucía por los costes de la restauración medioambiental derivados de la rotura, en 1998, de la balsa de residuos de la explotación minera y afrontados por la Administración autonómica.

Cerrada desde entonces, su reapertura está a expensas del informe de admisibilidad del vertido al dominio público marítimo y terrestre, «en la fase final de autorizaciones», según el Gobierno andaluz, que advierte de que «son trámites enormemente complejos». Una vez que se emita dicho informe, que compete a la Administración de Aguas de Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente podrá emitir el dictamen ambiental, paso previo al trámite de audiencia y, finalmente, a la autorización ambiental unificada.