La estrecha relación del PSOE con la magistrada encargada de borrar los ERE: fue Medalla de Andalucía con Griñán

Es la vicepresidenta del Tribunal Constitucional que defiende en el borrador de la sentencia la anulación del delito de malversación que le supuso al expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, seis años de cárcel, después de hacer lo mismo con el de prevaricación del cual se ha beneficiado Magdalena Álvarez.

Se llama Inmaculada Montalbán, a la que el destino ha vuelto a ‘emparejar’ con Griñán. Sus caminos, tal y como recoge El Mundo, ya se encontraron hace mucho tiempo. Concretamente en el año 2012. En ese momento, el socialista era el presidente de la Junta, que decidió conceder la Medalla de Andalucía a la entonces vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un galardón que el Gobierno de esta comunidad concede «como reconocimiento a los méritos, acciones y servicios realizados por ciudadanos o entidades por Andalucía».

Griñán la condecora

Era el 28 de febrero, Día de Andalucía. En un abarrotado Teatro de la Maestranza, en Sevilla, escuchó como Griñán afirmaba en el estrado que se había ganado el reconocimiento «por su firme defensa del Estado de Derecho y su esfuerzo por alcanzar el ideal de una convivencia sin violencia». Hoy, Montalbán tiene en sus manos el destino de aquel dirigente que le entregaba la medalla. De momento, el expresidente puede respirar tranquilo, tras haberse firmado, con la rúbrica de la propia vicepresidenta del TC, el borrador de la sentencia que previsiblemente le absolverá de la condena que recibió por el caso de corrupción de los ERE.

Según la pieza de este diario, que a Montalbán le haya correspondido ser la mano que borrará los ERE no sorprende dentro de la carrera judicial, ya que Montalbán nunca ha ocultado ni su identificación con el socialismo ni su cercanía con algunos dirigentes del PSOE, lo que, en opinión de algunos compañeros, le han valido un ascenso fulgurante desde su debut en la judicatura hasta su nombramiento para el TC. Previamente, fue el propio Partido Socialista quien la propuso para el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Como presidenta del Observatorio contra la Violencia sobre la Mujer, trabaría relación con la presidenta del Senado y a la postre Ministra de Justicia, Pilar Llop, que entonces trabajaba a sus órdenes.