Un enfermo de esclerosis múltiple logra que una playa sea accesible para las personas con movilidad reducida

Marcelino Torres tiene esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune inflamatoria y neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso y que padecen más de 55.000 personas en España, según la Sociedad Española de Neurología. Esta afección es conocida como «la enfermedad de las mil caras» y entre sus principales síntomas están los problemas de visión y de movilidad, dolor, fatiga, mareos, espasmos musculares, dificultad al tragar, confusión mental e incluso, la depresión.

Marcelino vive en Salobreña, un municipio de la costa granadina, por el que se desplaza en sillas de ruedas desde que en el año 2009 empezara su particular lucha contra la esclerosis múltiple. Este vecino salobreñero lleva varios años sin poder ir a la playa por las dificultades que esto presenta. «Actualmente las personas con movilidad reducida tienen que ser llevadas en brazos por parte de familiares, amigos o socorristas para que puedan acercarse al mar» ha explicado Torres.

Por eso, Marcelino Torres decidió poner en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir al Ayuntamiento de esta localidad que prolongase la pasarela de la playa y la acercara hasta tres o cuatro metros de la orilla, ya que actualmente termina a más de 30 metros.

El pasado 1 de julio, Miguel García Paredes, un amigo de Marcelino, inició una campaña en la que consiguió recabar más de 35.000 firmas, a través de la plataforma 'change.org'. Con esta iniciativa Torres demostró que las personas con movilidad reducida «también tienen calor, ganas de bañarse y derecho a sentarse en la orilla a contemplar el mar».

La primera respuesta que le dio el consistorio de Salobreña a Marcelino fue que «no había presupuesto», a lo que él le respondió :"¿De verdad hay dinero para organizar festivales pero no para cumplir con los derechos de las personas con discapacidad? Sin embargo, hace unos días y tras la reivindicación de este vecino, comenzaron a construir en esta playa la pasarela de hormigón.

La concejal de Bienestar Social, María Rodríguez, le indicó a Torres que estas pasarelas estaban solicitadas hace tiempo, pero debido a problemas de logística de la empresa suministradora de las mismas no se habían podido instalar hasta ahora.

Esta situación no es un problema exclusivo de Salobreña. La mayor parte de la Costa Tropical suspende en materia de accesibilidad, lo que no permite que las personas con movilidad reducida y otros colectivos, puedan ser independientes a la hora de pasar un día en la playa. Por tanto, Marcelino ha señalado que «tenemos que seguir luchando para que cada vez sea todo más accesible».