Un momento del rodaje de la película en pleno centro de la capital

Un momento del rodaje de la película en pleno centro de la capitalAyuntamiento de Granada

Granada

La película granadina que refleja la crisis de la vivienda y la gentrificación

Su protagonista es Chorrojumo, un personaje legendario que, según cuenta la leyenda, murió fulminado por un rayo en los bosques de la Alhambra

el patrimonio cultural arquitectónico y su entorno son un elemento definitorio de la identidad de las ciudades que lo albergan y un dinamizador clave de las economías locales. Su conservación y gestión es fundamental para garantizar su pervivencia en el tiempo, en un momento en el que la mayoría de urbes sufren el grave problema de la saturación turística.

Este 25 de marzo, el Festival Internacional de Cine Documental de Copenhague, más conocido como CPH:DOX, acogerá el estreno mundial del largometraje 'Quién vio los templos caer', la ópera prima de la directora granadina Lucía Selva. Se trata de un híbrido entre documental y ficción, que explora las leyendas y tradiciones de Granada, a la vez que reflexiona sobre las transformaciones que está viviendo esta ciudad en la actualidad.

Esta película documenta cómo la actual crisis de la vivienda y la gentrificación está alterando la esencia de Granada y la vida de sus habitantes. La destrucción del pasado y la homogeneización del espacio urbano conviven con la preservación casi museística de ciertos monumentos, generando una tensión entre lo que se conserva y lo que se pierde. «La película se convierte así en un testimonio visual sobre una ciudad en lucha con su propia identidad», según ha contado su directora.

El Rey de los Gitanos es su protagonista

'Quién vio los templos caer' cuenta la historia de Chorrojumo, un personaje legendario granadino conocido como «el Rey de los Jitanos», que nació en 1824 y que, según cuenta la leyenda, murió fulminado por un rayo en los bosques de la Alhambra. El protagonista vuelve a deambular en silencio por las calles y plazas de Granada, con su traje goyesco, sus largas patillas y su callao, lamentándose por la caída de la ciudad.

El limbo infinito que habita el protagonista, interpretado por el actor no profesional José Fernández 'Pepín', es interrumpido con la llegada de un joven marroquí que trae entre sus manos una antigua llave. Juntos iniciarán un viaje por las ruinas, espacios desaparecidos o en transición de la actual Granada, en busca de la casa de los antepasados del joven, los últimos moriscos expulsados, de los que aún conserva algunos recuerdos.

El rodaje de este largometraje se realizó íntegramente, durante once días, en Granada, con el soporte de un equipo técnico de 15 personas y una cámara Arriflex de 16 milímetros. Una vez finalizado, la película tuvo que enfrentarse a un proceso de búsqueda de financiación para poder terminarla. Después, pasó por una fase exigente de montaje y postproducción, hasta que por fin pudo completarse a finales de 2024.

El productor de la película, Guillem Mula, ha destacado que «el rodaje ha sido un altibajo constante de emociones muy fuertes y es el más complejo al que nos hemos enfrentado hasta ahora, porque hemos tenido que gestionar una cantidad de material y personal a la que no estábamos acostumbrados. Sin embargo, todo el mundo en Granada se ha volcado con nosotros».

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