Red tráfico de migrantes

La organización criminal mantenía a las víctimas en unas condiciones de salud deprorablesPolicía Nacional

Sucesos

Desmantelada una mafia china por traficar ilegalmente con más de 250 inmigrantes que ocultaban en zulos

Ha sido la Policía Nacional el cuerpo encargado de poner fin a la actividad de una organización criminal que se dedicada a regularizar de manera ilícita a migrantes de nacionalidad china

Esta operación ha encarcelado a 14 personas en Cádiz y Madrid por traficar fraudulentamente con más de 250 personas, a los que mantenían escondidos en diminutos espacios obligándoles a permanecer en ese espacio.

Las sospechas de los agentes se acrecentaron con la llegada continua de migrantes chinos a la Línea de la Concepción. Estos cruzaban hasta Gibraltar con el deseo de llegar hasta Reino Unido.

Las víctimas de este entramado eran mantenidas en lugares inhóspitos durante semanas sin posibilidad de salir del escondite en el que les habían hacinado. Sumado a estas deplorables circunstancias, las condiciones de salud a las que se enfrentaban en los zulos resultaban funestas.

Según la investigación policial, con esta actividad ilegal y las derivadas de la misma, la cuantía económica a la que podrían haber ascendido los beneficios de la red criminal sería de 1.000.000 €. A la circulación ilícita de inmigrantes, se le suma la de tráfico de drogas y documentos falsos.

Forma de operar de la red

La forma de operar de la organización criminal internacional consistía en favorecer la llegada a España de inmigrantes originarios de China. Una vez localidades en el país, los mantenían ocultos en minúsculos habitáculos, haciéndoles dormir en el suelo sin poder transitar por el resto del domicilio.

Los inmigrantes, que llegaban tanto por vía aérea como terrestre, eran acompañados por el líder de la red criminal para cerciorarse que no mantienen ningún contacto con otras personas. Este sujeto era el responsable de gestionar las reservas en hoteles próximos a La Línea en los días previos al cruce hacia Gibraltar. Durante este tiempo, se ocupaba de proporcionarles nueva documentación falsa para que pudieran evadir los controles.

Camuflaban a las víctimas temporalmente en viviendas de seguridad mientras se organizaba su posterior traslado al Reino Unido. Durante el proceso de marcha, eran tratados como si fueran mercancía.

Los involucrados, de origen chino, se dedicaban a falsificar documentos, principalmente pasaportes, visados y sellos de países Schengen y de otros países. También traficaban con documentos originales, que eran utilizados por migrantes con características físicas similares, empleando el método 'look alike'.

La organización mantenía contactos con falsificadores en Turquía y utilizaba estos documentos falsos para que los migrantes ingresaran ilegalmente a España, donde esperaban su posterior traslado al Reino Unido. Asimismo, los delincuentes también obtenían beneficios con la venta y circulación de drogas de síntesis que suministraban a los migrantes y a otros clientes.

Durante la operación se procedió a una entrada y registro en Madrid en la que se incautaron documentos y bienes importantes para la investigación. Entre estos destacan visados y pasaportes falsos de otras nacionalidades, más de 400 gramos de drogas sintéticas, herramientas para su distribución, un tampón con el fin de falsear los sellos del Servicio de Inmigración de Japón, numerosos dispositivos electrónicos, cuatro teléfonos móviles y documentación relativa a la investigación.

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