El juez pone en libertad a Kiko el Cabra y el resto de los tripulantes de la narcolancha de Barbate

Kiko el Cabra y los otros cinco detenidos que seguían en prisión provisional tras creer erróneamente y en un primer momento que tripulaban la narcolancha que acabó con la vida de dos guardias civiles en Barbate han sido puestos en libertad.

La Fiscalía, esta vez, no se ha puesto a la petición de las defensas, tras comprobarse que su embarcación no fue la que embistió a los agentes en la noche del 9 de febrero. La Audiencia Provincial de Cádiz se oponía a su puesta en libertad tras tener indicios de distintos delitos como organización criminal o contrabando.

Como medidas cautelares, los seis investigados tienen la obligación de comparecer todos los lunes en sede judicial, retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional, así como prohibición de expedir un pasaporte nuevo.

Error de la Guardia Civil

Según publicó El Debate el pasado mes de mayo, el giro de guion que se produjo en la investigación fue de 360 grados.

Tras reconocerse el error, que confirmaba que los primeros seis detenidos no habían tenido nada que ver con el asesinato de los dos agentes, cobró fuera la teoría de que desde el Ministerio del Interior que encabeza Grande- Marlaska se presionó para que hubiese prontas detenciones. El escándalo y la indignación eran mayúsculos y el ministro no estaba por la labor de asumir que la falta de protección y de medios destinados a la Guardia Civil y la Policía Nacional podían estar detrás de la muerte de dos agentes de la Benemérita.

Todo ello provocó prisas y presiones y con ellos, llegaron los errores. Un análisis crítico de los vídeos grabados durante aquella noche de principios de febrero concluía que la lancha de Kiko el Cabra no fue la que se llevó por delante a la zodiac de la Guardia Civil.

Consecuentemente, no quedó más remedio que descartar la participación de los actualmente investigados en la perpetración de los delitos de asesinato y atentado agravado objeto de las pesquisas, sin que ello afecte a la presunta comisión de un delito de contrabando. Precisamente, y en virtud de ello, se les impone ahora medidas cautelares pese a su puesta en libertad.