Puñetazos al aire, destrozos materiales y amenazas: la última agresión a un sanitario en Málaga

Un celador conductor del centro de salud de Alhaurín de la Torre fue agredido durante la madrugada de Año Nuevo por un usuario que acudió al servicio de Urgencias, tal y como se ha informado desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

Los hechos ocurrieron pasadas las 05:30 horas. El presunto agresor acudió al centro acompañado de varias personas, «muy alterado» y con una «herida sangrante en la cabeza». Tras precisar atención sanitaria, el trabajador le solicitó sus datos personales, a lo que el presunto agresor «reaccionó violentamente», lanzando un puñetazo al trabajador que, aunque no lo alcanzó, sí que rompió la mampara protectora de metacrilato del mostrador.

Acto seguido, el atacante propinó varias patadas al mostrador y un separador, los cuales quedaron destrozados, y accedió a la zona administrativa, donde se dirigió al trabajador para amenazarlo con «partirle la cara» e intentó darle una patada.

Los compañeros de la víctima avisaron a la Policía y la Guardia Civil, por lo que los acompañantes del agresor lograron sacarlo del centro antes de que acudieran las autoridades.

El trabajador, que requirió asistencia sanitaria tras sufrir un ataque de ansiedad y que se encuentra actualmente de baja laboral, ha denunciado los hechos en dependencias policiales.

Desde CSIF han condenado los hechos, han ofrecido «todo su apoyo» al trabajador agredido y han vuelto a reclamar a la Administración medidas contundentes para acabar con esta situación que vive el personal sanitario en la provincia.

El sindicato asegura que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sufre cada día «cinco agresiones a profesionales, una de ellas en la provincia de Málaga» y que los últimos datos oficiales ofrecidos por la Consejería de Salud y Consumo sobre 2023 registraron 278 agresiones a trabajadores de la sanidad pública en Málaga, el 22 % de ellas con violencia física, mientras que el 78 % fueron únicamente verbales.

Por ello, exigen una mayor vigilancia en los centros hospitalarios y de atención primaria, así como una mayor dotación de personal, reclamando trabajadores de seguridad en el centro de salud de Alhaurín de la Torre, puesto que la vigente instalación de cámaras de seguridad ha resultado insuficiente.

Para los centros con mayor incidencia de agresiones reclaman, además del citado personal de seguridad, la habilitación de una puerta trasera o salida de escape ante una situación conflictiva, la instalación de un ‘botón antipánico’ accesible para los profesionales, la difusión de mensajes disuasorios en las líneas de atención al público y el endurecimiento de las penas por agresiones a profesionales sanitarios, tanto físicas como verbales.