Sevilla
La madre que tiró a la basura el cadáver de su hijo discapacitado podría librarse de la cárcel
Macarena asegura que su hijo murió en su casa de Morón de la Frontera y que luego ella tiró el cadáver en un contenedor de basura
La Policía aún no ha encontrado el cuerpo del chico y la mujer está en libertad
Antonio David Barroso, un chico de Morón de la Frontera que en 2021 tenía 12 años, figura oficialmente como desaparecido. Su madre, Macarena Díaz, confesó haber tirado el cadáver de su hijo discapacitado en un contenedor de basura, ya en Madrid. La Policía nunca lo ha encontrado.
La investigación sobre su desaparición ha terminado. Y la familia paterna se teme lo peor. Según avanza El Correo de Andalucía, la jueza de instrucción de la localidad sevillana ha dictado un auto en el que ordena la apertura del juicio contra la madre por un posible delito de homicidio imprudente, que solo se castiga con un máximo de cuatro años.
Si tenemos en cuenta que esa será también la petición de la Fiscalía, que además solicita que vaya acompañada de una eximente completa por el trastorno mental de bipolaridad que sufre, la conclusión es que Macarena eludiría la prisión.
«¿Cuánto vale la vida de un niño con más del 90 % de minusvalía? Qué clase de madre hace lo que esta mujer dice que hizo», se ha preguntado el portavoz de la familia del padre del chico, Luis Nuñez.
«Ella sabía muy bien lo que hacía», continúa, «pero me da la impresión de que el juez no se va a complicar y que finalmente le va a salir gratis», aventura.
Dejó de darle su medicación
El padre del menor pedía para su exmujer una condena de 20 años por un delito de homicidio por omisión. Y es que Macarena, enferma de trastorno bipolar y que hoy en día está en libertad, reconoció que dejó de tomar su medicación y a su vez, hizo lo mismo con la de su hijo, que padecía una encefalopatía grave y una parálisis cerebral, lo que significaba una minusvalía reconocida del 91 por ciento.
El niño habría muerto en la casa de Morón entre el 6 y el 12 de septiembre de 2021 y luego la madre se encargó de deshacerse de su cadáver. Lo hizo en un viaje en coche que le llevaría, según su versión, primero a Madrid, donde depositó a su hijo ya muerto en un contenedor de basura, para aparecer ella finalmente en una gasolinera de la localidad de Carabias, en Segovia. Allí fue ingresada en un centro psiquiátrico.
Concentración para recordarle
Su padre, Antonio Barroso, y su abuela, María Partido, encabezaron esa concentración en la que, acompañados por otros vecinos de Morón, pedían que no se olvidara y que se siga buscando a Antonio David, ya que su cadáver no ha aparecido.