Casa Real  El Rey regresa a Gerona en el 50 aniversario del Museo Dalí, el pintor que desheredó a la Generalitat

El Rey se trasladará este miércoles a Figueras, en Gerona, para presidir el 50 aniversario del Museo Dalí, que se celebra con un audiovisual de 20 minutos de duración y tres exposiciones del genial artista que se podrán visitar hasta el verano de 2025.

Don Felipe mantiene una estrecha relación con la figura de Dalí, porque cada vez que levanta la vista en la soledad de su despacho contempla uno de sus cuadros, El atleta cósmico, que lleva dos reinados siendo testigo de todo lo que pasa en esa estancia del Palacio de La Zarzuela. El propietario de ese cuadro, un particular, se lo cedió a título vitalicio a Don Juan Carlos, y sus herederos acabaron vendiéndolo a Patrimonio Nacional a un buen precio para las dos partes.

Admiraba a Don Juan Carlos

También Dalí sentía una gran admiración por Don Juan Carlos y Doña Sofía y, cuando los Reyes hacían algún viaje, le preocupaba que les pasara algo. Así se lo comentaba el pintor al periodista César de la Lama, con quien mantenía una gran amistad desde 1964. De La Lama publicó sus conversaciones con Dalí en su libro El grito interior (Ediciones Atlantis).

En 1986, cuando los Reyes viajaron al Reino Unido, Dalí le dijo: «He estado muy preocupado por ellos toda la semana, por si les sucedía algo fuera de España. Me gustaría que siempre estuvieran seguros, porque son lo mejor que tenemos».

«España está confusa»

Y es que a Dalí le preocupaba mucho España. En la primavera de 1987 comentó a su amigo: «César, me encuentro mucho más lúcido que siempre; pero preocupado por España, que está terriblemente confusa». Y, en una de sus últimas conversaciones, le dijo: «La amo (en alusión a España) y no odio a nadie».

En otra ocasión, le comentó: «Yo siempre he pintado para el pueblo español , para el cielo del Empordá y para los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía. Todo lo que mi mujer, Gala, y yo poseemos, lo cedemos al Patrimonio del Estado. Todo, absolutamente todo. Creo que debo decidirme ahora. Este es el momento. Y te lo digo a ti el primero».

Cambio de testamento

En 1980, cuando se restableció la Generalitat de Cataluña, Dalí y su esposa hicieron testamento uno en favor del otro pero, si ambos morían, su voluntad era dejar la mitad de sus bienes al Estado español y la otra mitad a la Generalitat. En aquel momento, Jordi Pujol sustituyó a Josep Tarradellas, que había presidido la Generalitat durante la preautonomía.

Gala murió dos años después, el 10 de junio de 1982 y, a los tres meses, Dalí anuló el testamento anterior. Hizo uno nuevo ante el notario José María Foncillas en el que nombró «heredero universal y libre de todos sus bienes, derechos y creaciones artísticas, al Estado español».

Cuando el pintor falleció, en 1989, y se abrió el testamento, algunos se indignaron. Entre ellos, Jordi Pujol, quien visitaba de vez en cuando a Dalí. El político afirmó en rueda de prensa: «Nos sentimos engañados, pero no sabemos por quién».

Asegurar la posteridad

César de La Lama cree que el pintor actuó de esa manera porque se sentía «un gran español y amaba a su patria con la misma fuerza que amaba a su tierra natal, Cataluña, pero nunca se llevó bien con el nacionalismo catalán y con algunos políticos de la época, lo que influyó para que, guiado por su sentido previsor, pensara que así aseguraba más la posteridad de sus pinturas».