Las reservas de agua de los nueve embalses de las cuencas internas de Cataluña y de los diez embalses del territorio catalán que dependen de la Confederación Hidrográfica del Ebro continúan bajando a la espera de las próximas lluvias En la imagen aspecto del pantano de Rialb en el termino municipal de Basella

El Govern advierte que, si no llueve, Cataluña entrará en emergencia por sequía en septiembreEfe

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El Govern advierte que, si no llueve, Cataluña entrará en emergencia por sequía en septiembre

Los embalses se encuentran en este momento al 26 % de su capacidad

Cataluña tiene un horizonte complicado en los próximos meses si no llueve. De hecho, no se descarta que en septiembre se pueda decretar la emergencia por sequía si no llueve lo suficiente para revertir o minimizar la situación. Actualmente los embalses se encuentran en un 26% de su capacidad, y se encendería el semáforo rojo en caso de bajar hasta el 16%. Por este motivo, la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, ha insistido en que éste es el principal problema que tiene encima de la mesa la comunidad.

Entrar en fase de emergencia implicaría restricciones en todos los ámbitos. Por ejemplo, se suprimiría el riego agrícola (sólo se podrá autorizar el riego de supervivencia de cultivos leñosos); se reduciría un 25% el consumo de agua para usos industriales; se prohibiría regar jardines y zonas verdes; llenar fuentes o piscinas, o limpiar vehículos, excepto en establecimientos específicos. También podría afectar a los ciudadanos, porque se puede aprobar reducciones de presión o incluso «la suspensión temporal en la prestación del servicio de suministro de agua». En definitiva, se plantearían cortes de agua. La dotación máxima por habitante y día sería de 200 litros, que podría bajar hasta los 160 en caso de emergencia extrema.

Ríos en «míminos históricos»

Aun así, desde el Govern explican que desde enero se ha reducido por tercer mes consecutivo el consumo de agua en cinco litros, y ahora se sitúa en 180. El problema es que las previsiones meteorológicas no muestran «un cambio de tendencia», según explicaba el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes. Y hay ríos, como el Ter, que tienen un caudal en «mínimos históricos». Pero a esto hay que añadir, apunta Reyes, que aún queda por delante todo el período estival de «calor y actividades» que pueden comportar un mayor consumo. Por este motivo, en las próximas semanas, el gobierno catalán se va a reunir con representantes de diferentes sectores, como el turístico, el deportivo o el industrial, para ver cómo se encara esta complicada situación.

El director del ACA, por otro lado, ha destacado que las prioridades del Govern en estos momentos pasan por la aceleración de las desaladoras, las contrataciones de emergencia y las guías destinadas al mundo local, al que ha advertido que tienen que poner en marcha cuanto antes los planes de emergencia municipales por sequía.

Piscinas

Samuel Reyes, por otro lado, sí se ha mostrado a favor de que se puedan llenar las piscinas de uso comunitario por el papel que pueden tener como «refugio» climático. Es más, es sobre ese concepto que el Govern está trabajando, en esa idea de «uso público comunitario», más que en la titularidad de la instalación. Aún así, la Generalitat debe aclarar este concepto en la modificación del plan de sequía que se está tramitando.

Por otro lado, Reyes ha admitido que la Generalitat informó con retraso sobre el estado de sus cuencas fluviales, que es lo que pedía la Comisión Europea para el año pasado. Sin embargo, Cataluña no entregó su planificación para el período 2022 y 2027. El director del ACA dice que el documento quedó encallado diez meses «en un cajón hasta que entró el actual gobierno».

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