Resines, Savater o Redondo Terreros piden que no se vote al PSC porque no es «constitucionalista»

«Por un voto constitucionalista sin engaños». Así se titula el manifiesto que se va a presentar el próximo 7 de mayo en Barcelona, y que impulsan la catedrática de Derecho Constitucional, Teresa Freixas, el exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi Nicolás Redondo Terreros, la editora Míriam Tey, el empresario Joaquín Villanueva y el periodista Sergio Fidalgo.

Entre los firmantes del manifiesto están el actor y expresidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Antonio Resines, el filósofo y escritor Fernando Savater, el exministro de Cultura César Antonio Molina o el jurista Francesc de Carreras, entre otros.

En el texto, se muestra la preocupación por las «consecuencias» que pueden tener las próximas elecciones catalanas, y, por este motivo, piden a los ciudadanos que no apoyen a opciones secesionistas o a los partidos que pactan con ellas, como es el caso del PSC. De hecho, los promotores del manifiesto se muestran muy duros con el partido socialista, que basa su mensaje en esta campaña electoral, y en parte para justificar la ley de amnistía, en que hay que «pasar página».

Pues bien, según se asegura en el texto, el electorado, no solo debe ser consciente de la importancia de su voto, sino que no debe dejarse «engañar por los cantos de sirena de aquellos que, bajo la promesa de 'pasar página' o 'recoser heridas', se han limitado a apoyar todas las demandas de los que intentaron acabar con nuestras libertades mediante el pretendido referéndum del 1 octubre de 2017 o la declaración unilateral de independencia que consideran, algunos, actualmente vigente»,

Illa, apartado de la «senda»

También recuerdan que en la campaña de las pasadas elecciones generales, el candidato del PSC, Salvador Illa negó que se pudiera aprobar la ley de amnistía, pero solo unos meses más tarde, dicen en el texto, «ha apoyado con entusiasmo todos los excesos de Pedro Sánchez». De ahí que los firmantes del manifiesto dejen claro que Illa no puede «venderse» como un candidato «constitucionalista».

Y enumeran algunos ejemplos que demostrarán que el candidato socialista se ha aportado de la «senda» de la Constitución: acepta la amnistía; acepta también negociaciones «espurias» en el extranjero sobre cuestiones básicas que afectan a las instituciones o a derechos fundamentales; o «jalea» la política lingüística «discriminatoria» de la Generalitat.

Por lo demás, en el manifiesto se deja claro que «los independentistas nunca han tenido fuerza ni capacidad para lograr la quiebra de la nación española, pero en determinados momentos de la historia han sido capaces de cercenar las experiencias democráticas de los españoles». Y creen que el próximo 12 de mayo será uno de esos momentos, en los que los secesionistas, aunque no podrán conseguir sus objetivos, «tendrán capacidad para truncar nuestra voluntad de ser ciudadanos de una democracia asentada y equiparable a las de nuestro entorno».

La convivencia, en peligro

Y también advierten de que corre peligro la «convivencia pacífica y libre» de los españoles, situación a la que se ha llegado por la «desordenada ambición de un dirigente político», en referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a «sus alianzas con partidos que tienen como objetivo destrozar nuestro sistema constitucional para construir sus 'repúblicas imaginarias'». En este sentido, creen que estamos ante «las dos Españas beligerantes, cainitas».

Por lo demás, hacen un repaso a lo que ha supuesto el llamado procés, por el que los independentistas se «apropiaron» de las instituciones, de la Administración y de «todo aquello en lo que la ciudadanía basa su vida cotidiana, seguridad y libertad». También recuerdan que los catalanes tuvieron que «soportar una violencia, tanto física como psicológica, dirigida a formalizar la opresión nacionalista en todas las facetas profesionales». Y todo ello, aseguran, se ha trasladado a toda España tras los indultos, la supresión del delito de sedición, la «banalización» del de malversación, o la ley de amnistía.

Y concluyen: «hoy son más poderosos, dominan con mano de hierro la política catalana y tienen secuestrada a la española. Nadie podrá decir, empleando un recto juicio, que después de una legislatura de Pedro Sánchez, España esté mejor, que nuestra democracia sea más sólida, que nuestras instituciones gocen de más crédito».