La iglesia de Sant Miquel, en Marmellar.

La iglesia de Sant Miquel, en Marmellar.Wikimedia

Leyendas de Cataluña

La oscura leyenda de los cadáveres de Marmellar, el pueblo de las tumbas vacías

Dos muertes sin resolver tiñen de negro la historia de este pueblo abandonado en la provincia de Tarragona

El antiguo cementerio de Marmellar se encuentra detrás de la iglesia, y la visión de los nichos vacíos puede estremecer a cualquier visitante.

No obstante, a las tumbas no les pasó nada sobrenatural: cuando el pueblo quedó abandonado, se vaciaron los nichos y los restos de las personas que ahí descansaban fueron enterradas en el cementerio de El Vendrell. No, los aspectos sobrenaturales que se le atribuyen a este pueblo no tienen nada que ver con el cementerio, sino con dos muertes que ahí tuvieron lugar.

Una fiesta con final trágico

Era la noche de San Juan de 1993. En un local de música heavy estaba una joven con varios amigos. Ahí conoció a otros, a los que les propuso ir a un pueblo abandonado que ella conocía, para seguir con la fiesta. Los chicos accedieron. Abandonaros el local y, con la música a tope y derrapando las ruedas de sus coches, pusieron rumbo al lugar que les indicó la joven. Nunca más volvieron a verlos y la joven apareció muerta.

Días después, el sábado 26 de junio, un terrible suceso salió a la luz: fue hallado el cadáver carbonizado de una mujer. Tendría unos 20 a 30 años, melena larga y morena, y llevaba varios días muerta. Algunas fuentes especularon que se trataba de una prostituta, aunque esta versión nunca se ha podido demostrar.

Según el juzgado número 4 de El Vendrell, una pareja de cazadores encontró el cuerpo de la mujer desnudo y semienterrado en una fosa que había servido de tumba de un sacerdote, en el interior de la iglesia del núcleo abandonado de Marmellar.

La joven había sido quemada encima de un colchón y le habían amputado los dedos de las manos. Cerca del cadáver y en el exterior de la iglesia, la policía identificó un par de hogueras, así como símbolos satánicos pintados en la pared de la iglesia. Eran una especie de pentagramas y cruces invertidas.

Otro cadáver

Tres años después apareció otro cadáver en este municipio. Esta vez sí fue identificado. Se llamaba Anna María Barba. El 14 de febrero de 1996, fue atracada en la gasolinera donde trabajaba, en el municipio de L’Arboç, por uno o varios individuos. Estos la secuestraron. Fueron a la urbanización La Talaia Mediterrània y ahí la asesinaron.

Casa derruida en Marmellar.

Casa derruida en Marmellar.Wikimedia

Al día siguiente un agricultor encontró el cadáver. Anna María tenía 19 años. El cadáver apareció semidesnudo, con signos de violencia y oculta bajo unos tablones de madera. De la gasolinera se llevaron más de 40.000 pesetas.

Marmellar tiene fama por ser un enclave de ritos satánicos. Dicen los vecinos de los pueblos cercanos que han visto coches de alta gama aparcados cerca de las ruinas. Y también pasear personas vestidas de negro con capirotes. Que se celebran fiestas nocturnas con jóvenes y se practican rituales satánicos y sesiones espiritistas.

¿Por qué acumula esa fama? A lo largo de los años se han contado leyendas alrededor del pueblo, su iglesia y el castillo. Estas están relacionadas con ritos satánicos, la magia negra y el espiritismo.

Pueblo fantasma

En general los pueblos abandonados son caldo de cultivo para el imaginario popular, porque no hay nada más cautivador que un pueblo abandonado y este tiene todos los números para haberse convertido en un enclave único. De ahí el sobrenombre de pueblo fantasma.

Abandonado desde 1976, su población había mermado desde que, en el siglo XIX Pascual Mádoz afirmara que vivían 185 personas. En la década de los setenta solo quedaban 29. Cal Joan y Cal Manco fueron las últimas casas habitadas de Marmellar, que forma parte del municipio de Montmell, en la provincia de Tarragona.

Vista del pueblo abandonado de Marmellar.

Vista del pueblo abandonado de Marmellar.Wikimedia

El pueblo tiene una milenaria historia, pues está documentado desde el año 1023 y el castillo data del siglo XII. El problema de Marmellar es su mala comunicación. Es muy complicado ir a los pueblos vecinos y se hacía difícil que llegaran con regularidad materias primas.

Por eso el pueblo se fue despoblando después de la guerra civil. No hubo ningún tema relacionado con el Mas Allá ni con posesiones diabólicas, sino la evolución de la sociedad y la precariedad de infraestructuras.

El castillo data del siglo XI, aunque la primera referencia es del 1401. Una curiosidad de esta fortificación es su situación. A pesar de estar situado en el pollo que rodea la riera, queda muy hundido. La roca Ceguer, el monte de Maria y las Roques Altes rodean el castillo y se alzan casi 200 metros más.

Por este motivo se construyeron varios edificios fortificados y torres: Cal Roca Vidal, la torre del Izquierdo, Cal Pigot, Cal Jan Pau. Estas construcciones están o estaban más elevadas y podían comunicarse con el recinto del castillo.

La iglesia de San Miguel Arcángel del castillo de Marmellar fue la parroquia de la región hasta el año 1377. Actualmente las rústicas pinturas que había en la iglesia están expuestas en el Museo de Arte de Cataluña. La viejísima pica bautismal de la iglesia de Sant Miquel de Marmellar está ahora dentro de la iglesia de Sant Jaume dels Domenys.

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