Reunión del gobierno del Consell de la República, en una imagen de archivo

Reunión del gobierno del Consell de la República, en una imagen de archivoConsell de la República

Política

El Consell de la República cierra filas en torno a Comín pese a las acusaciones de gestión irregular

Emiten un comunicado en defensa del eurodiputado y anuncian que encargarán una auditoría externa

El órgano de gobierno del Consell de la República, la etérea organización independentista presidida por Carles Puigdemont con visos de «gobierno paralelo» desde Bélgica, ha cerrado filas este martes en torno a Toni Comín.

El eurodiputado de Junts, que es vicepresidente del Consell y quien se encarga del día a día de la gestión, ha vivido días revueltos después de que se hiciese pública una carta de la entidad Cat Global, una de las empresas belgas que dan cobertura legal al Consell, que como tal no tiene entidad jurídica. En la misiva se denunciaba la mala gestión de Comín y se le acusaba de opacidad y de mala gestión de fondos, entre otras cuestiones.

Frente a esta crisis interna, Comín convocó una reunión de urgencia este martes por la tarde, y este miércoles el gobierno del Consell ha enviado un comunicado, al que ha tenido acceso El Debate, que asegura que «las cuentas del Consell de la República se presentan anualmente a las autoridades competentes, siendo validadas a cada ejercicio sin incidentes y de acuerdo a la legalidad de Bélgica».

«Plena confianza»

El texto certifica la «plena confianza en la gestión financiera» llevada a cabo por Comín, que consideran realizada con «garantía de transparencia». El gobierno de la entidad también «se reafirma en que la función de interlocutor entre el Consell de la República y Cat Global ha de continuar recayendo en la figura» de Comín.

No obstante, desde el Consell de la República anuncian que contratarán una auditoría «encargada a un tercero externo» con el objetivo de «constatar la diligencia en la gestión financiera» del organismo. Los resultados de la auditoría, aseguran, se harán públicos en su momento.

La carta de los responsables de Cat Global pedía la dimisión de Comín y denunciaba «una clara inoperancia». Aunque no acusaban directamente ni manifestaban ningún delito concreto, amagaban con que algunas operaciones no se habían llevado a cabo de acuerdo con la legalidad belga, extremo que el gobierno del Consell rechaza.

Por su parte, Comín negó desde el comienzo las acusaciones y advirtió que llevaría a cabo «las acciones necesarias» para defender su honorabilidad. Desde el Consell de la República señalan que el ataque de los administradores de Cat Global no tiene base y se debe a una animosidad personal entre ellos y Comín.

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