El Hospital de Mar cambia de lugar el útero a una paciente con cáncer para preservar su fertilidad tras el tratamiento

El Hospital del Mar ha hecho, por primera vez en España, una transposición de útero a una paciente con cáncer para preservar su fertilidad después del tratamiento oncológico. Esta técnica permite que las pacientes con un tumor en la zona pelviana, en este caso a la mujer se le había diagnosticado un cáncer de recto localmente avanzado, mantenga la posibilidad de ser madres y evita una menopausia precoz. Y es que se protege el útero y los ovarios de los efectos secundarios de la radioterapia.

¿En qué consiste el procedimiento? Son dos intervenciones. En la primera se traslada el útero y los ovarios dentro del abdomen, a una posición donde quedarán libres de los efectos de la radiación. El útero mantiene la vascularización a través de los ovarios para asegurar su viabilidad mientras se lleva a cabo el tratamiento contra el tumor. Una vez ha acabado la radioterapia y la quimioterapia, se lleva a cabo una segunda intervención, en la cual se devuelven los órganos afectados a su ubicación original.

Dos operaciones

La paciente se sometió a dos operaciones. La primera fue en noviembre de 2023. La segunda tuvo lugar el pasado mes de junio, cuando ya había acabado el tratamiento oncológico, y se hizo coincidir con la cirugía del tumor rectal. Ambas intervenciones se hicieron con cirugía robótica para minimizar su impacto. De esta forma, la paciente, si así lo quiere, podrá ser madre.

El Hospital del Mar ha establecido un circuito para la detección y derivación de mujeres que sufran un tumor en la zona pélvica, que necesitan tratamiento oncológico, y valorar si se pueden beneficiar de esta técnica sin que se retrase el inicio de ese tratamiento. En las menores de 40 años se les ofrece la posibilidad de proteger el útero y los ovarios para mantener la posibilidad de embarazo. A las menores de 47 años, la transposición solo de los ovarios para protegerlos de una menopausia precoz.

La doctora Ester Miralpeix, médica adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología, destaca que «esta técnica supone darle esperanza a una paciente joven, que todavía no ha cumplido sus posibles deseos de ser madre y a quien se le ha diagnosticado un cáncer que no afecta al sistema genital, pero el tratamiento del cual sí que puede afectar a su capacidad reproductiva y hormonal». Eso sí, se recomienda recurrir a la fecundación in vitro, a causa de la posible toxicidad de la quimioterapia que se utiliza contra el tumor sobre los ovarios, y por cesárea a la hora del parto.