Pedro Sánchez y Salvador Illa (2d), durante un mitin del PSC

Pedro Sánchez y Salvador Illa, durante un mitin del PSC, en una imagen de archivoEuropa Press

Política

Sánchez condonará la deuda antes de abordar la financiación de Cataluña para ganar tiempo y dividir al PP

El presidente del Gobierno prometió que condonarían 15.000 millones de la deuda que Cataluña tiene con el FLA

La comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, en el Senado se saldó sin aclarar si lo pactado entre ERC y los socialistas es un concierto económico y un cupo o no. Montero hizo un trabalenguas: «El acuerdo dice lo que dice y no dice lo que no dice».

En definitiva, para ERC y Junts lo pactado dice una cosa y para el PSOE no se sabe lo que dice. La estrategia del PSOE sobre cómo explicar la financiación autonómica y el cumplimiento del acuerdo con ERC se basó en dividir el mensaje en dos frentes. Por un lado, Pedro Sánchez, desde el Instituto Cervantes, intentó fraccionar al PP ofreciendo a sus barones autonómicos más dinero. Por el otro lado, desde la Cámara alta, Montero garantizaba que «todo se hará dentro del Estatuto catalán y la Constitución».

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se apresuró a salir a la palestra para pedir al resto de presidentes autonómicos de su partido que se abstengan de negociar de forma bilateral con Sánchez dado que «serán engañados».

El objetivo de La Moncloa es dividir al PP, negociar con las autonomías de forma individualizada y así aislar y desautorizar a Alberto Núñez Feijóo. El presidente del gobierno y su renovado equipo, con Diego Rubio al frente, son conscientes que la negociación con Cataluña no es ni fácil ni breve y temen que sin avances el proyecto de presupuestos para 2025 nazca muerto, así que han ideado una propuesta que consideran que será irrechazable para los presidentes populares de CC.AA

Condonación de la deuda

Sánchez acordó con Junts y ERC, entre otras cosas, además de la amnistía, que a cambio de la investidura de Sánchez se condonarían 15.000 millones de la deuda que Cataluña tiene con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Esta cantidad es un 20% del total de 73.1110 millones que la Generalitat catalana adeuda al fondo, casi el doble que la Comunidad Valenciana, la segunda comunidad más endeuda por delante de Andalucía, que ocupa el tercer lugar.

La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero

Antes las quejas del PP y el resto de comunidades, que acusaron a Sánchez de un trato preferencial a Cataluña en comparación al resto de regiones españolas, Montero se apresuró a anunciar que la condonación de deuda a Cataluña se iba a aplicar por igual al resto de CC.AA. El anuncio no sentó nada bien a los socios separatistas de Sánchez, eternamente insatisfechos y siempre ávidos de recibir un trato específico y de privilegio.

Que la Comunidad Valenciana y Andalucía sean la segunda y tercera comunidad más endeuda respectivamente no es anecdótico ni un detalle menor. El gobierno pretende anunciar próximamente la condonación del 20% de la deuda del FLA para todas las CC.AA. y dos de las joyas de la corona del mapa del poder del PP se verían beneficiadas por esta rebaja.

Ganar tiempo

Los objetivos que tienen los socialistas con este anuncio son varios. El más importante es ganar tiempo ante ERC y Junts. Si se ejecuta esta medida los independentistas pueden calmar a sus bases e insistir en que siguen logrando concesiones de Pedro Sánchez.

Hay que tener en cuenta que la rebaja de 15.000 millones supone una reducción de la partida de intereses de 1.300 millones de euros que la Generalitat podría dedicar a otras cosas. En el PSOE confían con que la medida de reducción de la deuda abriría la posibilidad de pactar los presupuestos para 2025.

El segundo objetivo es dividir al PP. La intención de Génova es hacer un frente común en el que participen las once comunidades autónomas presidas por los populares, pero en La Moncloa creen que ningún presidente autonómico puede rechazar un regalo de tal magnitud, dado que si lo hicieran sus respectivas oposiciones se les echarían encima y, además, tendrían la incomprensión de sus opiniones públicas.

El PSOE es consciente de que ERC y Junts, al igual que ellos mismos, tienen convocados sus congresos para este otoño y que necesitan presentarse frente a su militancia con concesiones tangibles así que el anuncio será antes de dichos conclaves previsto para el mes de octubre.

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