Política
Puigdemont lleva semanas negociando con Zapatero su reunión con Sánchez
Aunque el presidente del Gobierno verbalizó la posibilidad el miércoles, hace semanas que se gestiona la posibilidad
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, verbalizó el pasado miércoles, por primera vez, la posibilidad de que se celebre un encuentro entre él y Carles Puigdemont, pero esta posibilidad no es nueva y lleva tiempo negociándose entre ambas partes, con José Luis Rodríguez Zapatero de mediador.
El expresidente del Gobierno tiene buena relación con Puigdemont, y ha mantenido con él tanto encuentros personales como conversaciones telefónicas. En estos, el prófugo líder de Junts usa al expresidente, ahora metido a pseudo embajador bolivariano, como paño de lágrimas de los desplantes e incumplimientos a los que Sánchez le somete.
Puigdemont ya declaró a Santos Cerdán como «interlocutor amortizado» tras la última reunión de ambos en Ginebra (Suiza) celebrada, como siempre, bajo supervisión del mediador internacional de origen salvadoreño, Francisco Galindo.
Lo más cerca que ha estado Sánchez de Puigdemont fue cuando el presidente del Gobierno acudió al Parlamento Europeo a rendir cuentas del semestre de presidencia de España. Por aquel entonces Puigdemont aún era diputado europeo y asistió al pleno. Ambos estuvieron a pocos metros de distancia pero ninguno hizo el ademán de acercarse al otro.
Salvador Illa, presidente de la Generalitat, también lleva tiempo valorando la posibilidad de reunirse con Puigdemont, pero al frustrarse las negociaciones entre el PSC y Junts para que estos apoyaran los presupuestos de la Generalitat para 2025 la reunión quedo aplazada sine die.
Illa, que ha hablado por teléfono con Puigdemont, sí que mantuvo un contacto informal con otro independentista prófugo en Bélgica, el ex consejero de Cultura Lluís Puig. El encuentro, oficialmente casual, se planeó con todo detalle y se produjo en la sede de la delegación de la Generalitat de Cataluña en Bruselas durante el último viaje de Illa a la capital comunitaria.
La posibilidad que se ha estado barajando para el formato de encuentro entre Sánchez y Puigdemont sería en la oficina autonómica catalana en Bruselas, muy cerca del Berlaymont, sede de la Comisión Europea. Así, Sánchez no tendría que viajar exprofeso para esta reunión, sino que podría encajarla en el contexto de su agenda europea.
Además, la sede de la Generalitat evitaría la visita de Sánchez a Waterloo, posibilidad que La Moncloa descarta por completo. La reunión no puede celebrarse, en ningún caso, en la embajada española dado que las legaciones diplomáticas son territorio nacional y ahí Puigdemont debería ser detenido.
Reunión con Pepe Álvarez
Pepe Álvarez, secretario general de UGT y persona de confianza máxima de la dirección socialista, a la vez que muy bien conectado con el mundo independentista por el papel de UGT en Cataluña, sumiso al procesismo y los postulados de ERC y Junts, ha anunciado que próximamente viajará a Bruselas para intentar convencer a Puigdemont que su grupo político apoye la reducción de jornada a 37,5 horas semanales.
La visita de Álvarez a Puigdemont es muy del agrado del dirigente de Junts, necesitado de no desaparecer del foco mediático, y le dará a posibilidad al expresidente de la Generalitat de utilizar a Álvarez como recadero a La Moncloa.
El independentismo siempre está abonado a la teatralidad y Sánchez es consciente de que la foto con Puigdemont podría abrir el camino a la negociación del presupuesto. Desde Junts no solo quieren concretar el formato de la reunión y la fecha de la misma, que en todo caso deberá ser en enero, sino también qué acuerdos concretos cierran Puigdemont y Sánchez en ese encuentro.