El presidente de Junts per Catalunya (Junts per Catalunya), Carles Puigdemont

El presidente de Junts per Catalunya (Junts per Catalunya), Carles PuigdemontEFE

Crónica política

Puigdemont responderá en TV3 al previsible desplante de Sánchez negándole la cuestión de confianza

El prófugo Carles Puigdemont tendrá su entrevista en la televisión pública catalana, este martes, en hora de máxima audiencia, a las 22.05

El prófugo Carles Puigdemont tendrá su entrevista en la televisión pública catalana, este martes, en hora de máxima audiencia, a las 22.05. La periodista Mónica Oltra, que es la responsable del programa Els Matins, se ha desplazado a Bruselas para entrevistarle en directo. Tendrá el formato y los medios que le correspondería como jefe de la oposición, aunque él ha renunciado a este cargo. Aun así, TV3 ha cedido en este aspecto, y justifica la entrevista por «interés informativo». En cualquier caso, presentan a Puigdemont como «líder del principal partido de la oposición en Cataluña».

Lo cierto es que la elección de la fecha, ahora, no resulta baladí. La entrevista se produce el mismo día en que la Mesa del Congreso de los Diputados debatirá si admite a trámite una proposición no de ley de Junts, en la que reclama al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta a una cuestión de confianza. Y tiene lugar en un momento en que la formación independentista amenaza con dejar caer no solo los Presupuestos Generales del Estado, sino al ejecutivo.

Lo cierto es que durante las últimas semanas, desde Junts han ido apretando un poquito más las tuercas. Primero fue la reunión de la ejecutiva de la formación en Bruselas, en la que se iba a hacer un seguimiento sobre los acuerdos alcanzados con el PSOE. Tras esa reunión, Puigdemont se sacó de la chistera su idea de la cuestión de confianza.

Y, este mismo fin de semana, durante su intervención en el Consejo Nacional de Junts, decía sentirse decepcionado con Sánchez y el PSOE porque, a su juicio, no estaban cumpliendo esos acuerdos firmados. De ahí que pidiera a su partido estar «preparados para cualquier eventualidad» en el futuro de las relaciones con el Gobierno y el Partido Socialista. Y también advertía que había que estar «preparados para asumir los costes políticos y personales de la decisión que acabemos tomando».

En Junts consideran que no se están cumpliendo los acuerdos en materia de financiación, por ejemplo, porque no se avanza lo suficientemente rápido, y la negociación se está convirtiendo en otro «café para todos». Pero también reprochan al gobierno que no pueden negociar unas nuevas cuentas si la ejecución presupuestaria de ejercicios anteriores para Cataluña es decepcionante. Y a eso habría que añadir la negativa del ejecutivo a publicar las balanzas fiscales; que el catalán no sea oficial en Europa y, por supuesto, que no se esté aplicando la Ley de Amnistía.

Junts ya envió un aviso hace solo unos días, uno más. Se alió con el PP para eliminar el impuesto sobre la producción eléctrica. Y en la sesión de control, la líder del grupo de Puigdemont en el Congreso, pedía a Sánchez que «mueva el culo», porque ellos no iban de farol. Y luego está la cuestión de confianza. En un primer momento, desde el PSOE se deslizaba que los letrados de la Mesa iban a tumbar la proposición no de ley de Junts al tratarse de una cuestión de confianza «encubierta».

Pero la situación ya no está tan clara, porque los letrados de la cámara no cierran la puerta a la tramitación de esa iniciativa y dejan la decisión final en manos de la misma Mesa. El documento, de catorce páginas, recuerda que, a pesar de los efectos políticos, la iniciativa de Junts es una proposición no de ley y, por tanto, no tiene impacto jurídico. Y como no hay precedentes, añaden, «corresponde a la Mesa fijar un criterio». Y en la Mesa tienen mayoría absoluta PSOE y Sumar, con lo que el informe da vía libre a los socialistas para, si fuera necesario, ceder también en esto.

Y, en medio de este panorama, Carles Puigdemont tendrá todos los focos puestos en él este martes por la noche. Entonces ya se sabrá qué decisión toman los socialistas y se podrá conocer qué piensa el expresidente de la Generalitat. Una entrevista que llega tres meses después de la que hizo la televisión pública catalana a Salvador Illa, la primera como presidente de la Generalitat.

Y aunque TV3 haya aceptado desplazarse hasta Bruselas, aseguran que no se trata de ninguna entrevista institucional, puesto que formalmente Puigdemont no es jefe de la oposición, y durará menos tiempo de lo que le correspondería si tuviera ese cargo. Será de media hora en lugar de los 55 minutos que fija la regulación. Tiempo que sí tuvieron otros políticos que ostentaron el cargo, como Oriol Junqueras o la exlíder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

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