Perfil
Daniel Esteve, el catalán que fundó Desokupa y a quien Aldama usa como escolta
Al principio se movía dentro de este ámbito, pero en los últimos tiempos se le ha visto alentando el desalojo de los okupas de dos edificios del barrio de la Bonanova, protestando contra Pedro Sánchez por la aplicación de la Ley de la Amnistía
Es el perejil de casi todas las salsas, decía un periodista que ha entrevistado varias veces a Daniel Esteve, fundador de Desokupa, empresa especializada en echar a okupas. Al principio se movía dentro de este ámbito, pero en los últimos tiempos se le ha visto alentando el desalojo de los okupas de dos edificios del barrio de la Bonanova, protestando contra Pedro Sánchez por la aplicación de la Ley de la Amnistía o lo último, acompañando a Víctor de Aldama, el presunto conseguidor del caso Koldo, en su cita ante el Tribunal Supremo.
¿Y qué es Daniel Esteve? ¿Es el amigo, el guardaespaldas, de Aldama?«De eso no hablamos», ha dicho a este diario cuando se le ha preguntado por la relación que tiene con el empresario, al que hasta hace un mes no conocía. Es lo que asegura. Pero en un vídeo, Esteve sí ha reconocido que lleva «la seguridad» del empresario y de su familia. «Sí, estamos protegiendo al señor Víctor de Aldama y su familia por todo lo que está sucediendo. Es una persona valiente y yo no soy nadie para juzgar». Y es que asegura que es escolta desde hace 32 años, «titulado por el Ministerio del Interior» y director de seguridad desde hace 31”.
Pero Daniel Esteve es mucho más. Para empezar, nació en Barcelona en 1970. Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y cuenta con una segunda carrera, según ha explicado en alguna ocasión. Además, habla cinco idiomas. También tiene formación como agente de seguridad. Fue en 2016 cuando creó oficialmente Desokupa, la empresa especializada en echar a okupas y que ya lleva más de 8.000 desocupaciones «y sin ninguna condena», ha repetido. Asegura que la legislación en España está provocando que se hagan millonarios, aunque eso sí, lamenta que exista una empresa como la suya porque eso significa que algo no se está haciendo nada bien en el país.
Lo cierto es que Esteve empezó a ser conocido por su empresa, por Desokupa, que, por cierto, ha firmado un convenio con la Asociación de Tropa y Marinería Española para formar a soldados de más de 45 años y poder trabajar en empresas como la suya. «Se acabó dejar tirados a nuestros militares. Un saludo, Margarita», ha dicho Esteve. Se refería a la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Y es que los miembros del gobierno de Pedro Sánchez, además del propio Presidente, se han convertido en el centro de las críticas y de las burlas del líder de Desokupa. «Vais a caer», les ha dicho y también les ha advertido «que no vais a llevar 90 escoltas todos los días. No vais a poder salir a la calle y os juro por mi madre que voy a ser la persona que siempre recuerde a la gente lo que habéis hecho y que incite a la gente a que no podáis ir por la calle, que os tengáis que quedar escondidos, como lo que sois». Y lo que son, según Esteve, son «ratas» o «ladrones», entre otros calificativos.
Y si hay algo que une a Aldama y a Esteve, además de su animadversión hacia el Gobierno, es el exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Recientemente, el diputado, ya en el Grupo Mixto, registró una pregunta en el Congreso sobre la legalidad del acuerdo firmado entre Desokupa y el SUP para formar a agentes. El exministro calificó a la empresa como «parapolicial», además de considerar que sus integrantes eran de «extrema derecha». Y en sentido contrario, Esteve ha dicho de Ábalos que da «asco».
Los casos de presunta corrupción que salpican al Gobierno, la gestión de la DA NApor parte del ejecutivo… son cuestiones que han servido al líder de Desokupa para lanzar dardos e insultos contra el ejecutivo. Insultos que también ha proferido contra periodistas, que le censuran sus «formas de matón», y que intente «callarlos» con amenazas cuando critican lo que hace y cómo lo hace su empresa.
Lo cierto es que a Esteve se le ha visto en otros ámbitos que van más allá de la ocupación ilegal. Estuvo por Ferraz en las manifestaciones que se convocaron contra la Ley de Amnistía. O en el barrio de la Bonanova de Barcelona. Anunció que su empresa, ante la pasividad de las administraciones, iba a desalojar a dos edificios que estaban ocupados de forma ilegal, porque sus habitantes hacían la vida imposible a los vecinos del barrio. La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lo denunció por «incitación al odio». Finalmente, no actuó Desakupa y fue la policía la que desalojó el Kubo y la Ruïna. Y todo ello, narrado y avanzado con vídeos en sus redes sociales.