TALKUAL: la revolución catalana contra el desperdicio alimentario

TALKUAL, fundada en 2020 por Marc Ibós y Oriol Aldomà en Bellpuig (Lleida), nace con el objetivo de combatir el desperdicio alimentario. Desde su inicio, ha rescatado más de 3,5 millones de frutas y verduras que no cumplen con los requisitos estéticos de los grandes supermercados.

Actualmente, colabora con cerca de 100 agricultores de toda Cataluña y otras regiones de España, como Aragón, Castilla-La Mancha, Valencia y Andalucía, y abastece a más de 9.000 clientes. En 2023, TALKUAL alcanzó una facturación de 3 millones de euros y se proyecta a llegar a los 5 millones para finales de 2024.

Además de su compromiso con la sostenibilidad, TALKUAL se involucra en iniciativas solidarias, como la donación de 2.500 kilos de producto para personas afectadas por emergencias, y la posibilidad de que sus clientes donen su suscripción a quienes no puedan utilizarla. La colaboración con fundaciones como la Fundación Grans de Lleida, que proporciona apoyo a personas sin recursos, es otro ejemplo de su responsabilidad social.

Con un crecimiento notable, pasando de cero a 8.645 suscriptores activos, TALKUAL promueve un modelo de consumo responsable que beneficia a productores, consumidores y al medio ambiente.

- ¿Cómo nace Talkual?

- Marc: Es una larga historia. Mi amigo Oriol y yo nos conocemos desde hace muchos años. Yo vengo de una familia de agricultores, tenemos una central de fruta donde comercializamos nuestra propia manzana y pera.

En los últimos años, el mercado ha cambiado drásticamente: de los mercadillos y fruterías hemos pasado a las grandes superficies. Estas tienen unos estándares muy estrictos sobre el aspecto de la fruta, lo que provoca que mucho producto se descarte solo por su apariencia.

- ¿Cuál fue el momento decisivo para crear el proyecto?

- Marc: Todo empezó cuando un día vi que Oriol tenía en su frutero una manzana Golden francesa arrugada. Le dije que por qué compraba eso cuando podía tener manzanas mucho mejores. Él me confesó que no le gustaban las manzanas, y yo le expliqué que era porque no había probado las buenas.

A partir de ahí, Oriol, que era profesor en Lleida y vivía en Tàrrega, empezó a parar en la central para a tomarse «la manzana» en vez de el café. Y también aprovechaba para llevarse estas manzanas 'imperfectas' y regalarselas a su família y amigos, a quienes les encantaban. Cada vez que venía, veía cómo yo descartaba fruta perfectamente comestible solo por su aspecto.

- ¿Cómo pasasteis de regalar manzanas a crear una empresa?

Marc: - No fue cosa de un día. Empezamos a ver que la gente a la que Oriol regalaba las manzanas las valoraba muchísimo. Las encontraban deliciosas, sin saber que eran las que yo consideraba 'malas' por los estándares del mercado. No es que como agricultor quisiera tirar producto, sino que me habían impuesto unos estándares que decían que lo que no era perfecto no tenía valor.

- ¿Cuándo decidisteis dar el paso definitivo?

Marc: - Investigamos y vimos que en Estados Unidos existía una empresa similar que funcionaba muy bien. Esto nos ayudó a validar el modelo de negocio. Empezamos en febrero de 2020 con siete cajas para familiares, y en marzo llegó el confinamiento. Los tiempos fueron idóneos, aunque también complicados. Por ejemplo, las empresas de transporte no estaban preparadas para el aluvión de envíos durante la pandemia. Pasamos de tener un 60-70% de éxito en las entregas a alcanzar el 90% actual.

- ¿Cómo funciona vuestra relación con los agricultores?

Marc: - Ha habido de todo. La mayoría de agricultores que tenemos son relaciones a largo plazo. Si conocemos a un agricultor de naranjas que trabaja bien y entiende nuestro concepto, que nos proporciona producto imperfecto por fuera pero bueno por dentro, entra en el equipo y se mantiene. También trabajamos con agricultores nuevos porque la climatología afecta mucho a la producción. Un año puede no haber producto en una parte de España y sí en otra.

- ¿Cómo ha evolucionado la empresa en estos años?

Oriol: - El primer año éramos 4 o 5 personas y facturamos 300.000 euros. Este año cerraremos con 4,9 millones y somos 38 empleados. Recientemente hemos hecho una inversión para ampliar instalaciones y duplicar nuestra capacidad de producción. También estamos construyendo nuevas oficinas.

- ¿Vuestros precios son más bajos por vender producto 'imperfecto'?

Marc y Oriol: - Si comparas con otras tiendas online, somos los más baratos. Comparado con supermercados, somos ligeramente más económicos, especialmente si consideras que incluimos el envío a domicilio. Eso sí, siempre trabajamos con variedades premium. Por ejemplo, en manzanas usamos Fuji, que es la más cara. Si comparas el mismo producto con el mismo producto, siempre somos más baratos, pero no si comparas con las variedades más económicas del mercado.

- ¿Cómo gestionáis la logística y las previsiones de pedidos?

Marc: - Tenemos un modelo de suscripción que nos permite hacer buenas previsiones. De las 4.500 suscripciones fijas que tenemos, se suman entre 400 y 600 pedidos nuevos cada semana. El equipo de marketing me proporciona las previsiones basadas en sus campañas, y los jueves hago las compras para la semana siguiente. Tenemos históricos de varios años que nos permiten prever cuándo bajarán los pedidos, como en vacaciones, y cuándo subirán. Es una ventaja tanto a nivel empresarial como para evitar el desperdicio alimentario.

- ¿Cómo organizáis la distribución con los agricultores?

Oriol: - A nivel logístico, con los productores locales, o nos traen el producto directamente o vamos nosotros a buscarlo. Para productos de Almería, Murcia, Cádiz u otras provincias de España -recordemos que todo nuestro producto es nacional-, tenemos un contacto en Barcelona que recibe el producto y desde allí nos llega en camión los viernes por la tarde.

- ¿Cómo seleccionáis el producto?

Oriol: - Ha de ser imperfección estética que no afecte a la calidad. El producto debe durar lo mismo que si no tuviera ninguna imperfección. Algunos agricultores al principio no lo entendían bien o intentaban aprovechar más de la cuenta, pero con estos trabajamos una vez y no más.

Calificamos a los proveedores de más buenos a menos buenos y trabajamos siempre con los mejores, los que tienen sus propios estándares de calidad y vigilan más a la hora de enviarte el producto. Hacemos formación de 'esto sí, esto no' y trabajamos a largo plazo.

- ¿Cómo calculáis vuestro éxito en términos de sostenibilidad y prevención del desperdicio?

Oriol: - Uno de nuestros indicadores más importantes son los kilos salvados. Próximamente llegaremos a 4 millones de kilos de frutas y verduras. Tenemos un radio de conversión que nos permite calcular el impacto en agua y CO2 de los productos que rescatamos. Básicamente, contabilizamos el agua que se había utilizado para producir frutas que no se iban a vender. Agua que estaba destinada a perderse y que, gracias a nosotros, se aprovecha. Lo mismo ocurre con el CO2. Por ejemplo, una producción de manzanas que no se vende y cae en el campo genera una huella de carbono que nosotros evitamos.

- ¿Cómo lo medís concretamente?

Oriol: Tenemos fórmulas específicas que nos permiten calcular el agua rescatada y el CO2 evitado. No solo contamos el producto final, sino también el impacto de todo el proceso productivo que se salva.

- ¿Hay más aspectos que consideráis?

Marc y Oriol: Sí, también calculamos aspectos como el uso de plásticos. Cuando un cliente nos hace un pedido, calculamos cuántas bolsas necesitaremos y cómo reducimos el plástico. Además, priorizamos el transporte sostenible: en Barcelona repartimos con bicicletas a través de una cooperativa.

- ¿Tenéis planes de expandir vuestro impacto a otras áreas de la cadena alimentaria?

Oriol: -De hecho, sí. En enero o febrero queremos lanzar un supermercado online que complemente nuestras cajas de frutas y verduras. La idea es que el cliente pueda aprovechar nuestro envío para incluir otros productos como frutos secos, legumbres y aceites.

Queremos ayudar a productores que tienen problemas para vender sus productos. Por ejemplo, productores con miel etiquetada manualmente o con pequeños defectos en el packaging. Nuestro objetivo es crear un canal directo con el cliente para que estos productos no se desperdicien.

- ¿Qué hacéis con los productos que no pueden vender?

Marc y Oriol: Tenemos varios procesos. Primero, intentamos procesar lo que nos sobra para hacer productos como mermeladas o zumos. Lo que no es apto para consumo humano lo regalamos a entidades sociales muy específicas.

Colaboramos con centros de rescate de animales como la Hípica de Quitàrrega, Wild Forest, o entidades que cuidan voltores. Los productos aptos para consumo humano los donamos al banco de alimentos.

- ¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?

Oriol: - Tenemos dos proyectos principales. Primero, un supermercado online. Segundo, personalizar nuestras cajas de frutas y verduras. Queremos dar más opciones a los clientes, como elegir más cantidad de un producto específico o excluir otros.

- ¿Tenéis planes de expansión internacional?

Oriol: - Estamos preparando un plan de internacionalización para replicar nuestro modelo de negocio en otros países, manteniendo nuestra filosofía de Talkual.