Detalle de la obra 'Celestial Eyes' de Francis Cugat, usada en la portada de 'El gran Gatsby'
Historias de Cataluña
El origen catalán de los «ojos celestiales» que enamoraron al gran Gatsby y que Hemingway odiaba
La primera edición de la novela de Fitzgerald contaba con una portada obra del artista barcelonés Francis Cugat
Cuando el 10 de abril de 1925 salió a la venta la novela El gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald, su portada fue una de las sorpresas de esa edición. Se trataba de la obra Celestial eyes, un cuadro de estilo art decó pintado en 1924 que representa el rostro femenino de una flapper, con contornos poco delicados, suspendido sobre el ciclo nocturno de Nueva York.
Las luces urbanas evocan el parque de atracciones de Coney Island, y en el interior del iris hay figuras femeninas desnudas, así como un tinte verde en correspondencia con el ojo izquierdo semejando una lágrima. El cuadro actualmente se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey (EE. UU.).
Imagen completa del cuadro y portada de la primera edición de la novela
En sus memorias, París era una fiesta, el escritor Ernest Hemingway recuerda su relación con Fitzgerald y sobre la portada del libro:
La pintura se inspira en la descripción que Fitzgerald hace de un cartel en el capítulo segundo del libro, y fue pintada por un artista catalán exiliado con su familia en los EE. UU. Se trata de Francis Cugat, un pintor, dibujante e ilustrador nacido en Barcelona el 24 de mayo de 1893.
Hijo de Juan Cugat y Ávila Mingall, hasta los 25 años vivió en Barcelona, Gerona, Reims, París, La Habana, Nueva York y Chicago. Estudió en la Academia de Reims y en la Escuela de Bellas Artes de París. En año 1903 se trasladó con toda su familia a Cuba y en 1910 decidió trasladarse a Illinois.
Allí conoció a Cleofante Campanini (1860-1919), director de orquesta, director artístico y hombre de confianza de Harold Fowler MacCornik (1872-1941), manager general de la Chicago Opera Association. Allí empezó a elaborar pinturas, carteles y programas de mano para las representaciones operísticas.
Cugat en Hollywood
Se casó el 28 de noviembre de 1922 con la pintora Ruth Wadler, hermana de la actriz, directora artística y productora teatral Lucille Lortel (1900-1999), y en 1925 se trasladó a Hollywood donde empezó a trabajar de la mano del actor Douglas Fairbanks, diseñando platós de rodaje. En aquella época firmaba sus obras como Francis Coradal-Cugat o Francis Corodal.
Francis Cugat (izq), con su hermano pequeño, Xavier
En 1928 dibujó el cartel de la obra Un americano en París de George Gershwin, que se estrenó en el Carnegie Hall, bajo la batuta de Walter Damrosch. Durante la década de los cuarenta viajó por los Estados Unidos, Pacífico sur, México, Barbados y la zona del canal de Panamá. De esta época son sus cuadros French Quarters, Bridgetown Harbour o Black Yard Gathering. En 1942 le propusieron exponer sus cuadros en Nueva York: fue la primera y única vez que realizó una exposición sobre su obra.
En 1941 se entrevistó con Manuel de Falla, y le propuso unir la parte musical de su obra Atlántida, con sus murales inspirados en la obra de mossen Jacinto Verdaguer. Falla declinó la propuesta de Cugat, porque ya había pensado en José María Sert. Cugat, después entró a trabajar para Technicolor.
Entre 1942 a 1955 trabajó en 68 películas, de las cuales destacamos The man from Colorado (1948), The Red Ponny (1949), The Big Cat (1949), The Quiet Man (1952), Last of the Comanches (1953) o The Caine Mutiny (1954). Pudo trabajar con actores como John Wayne, Mauren O’Hara, Glenn Ford, William Holden, Rita Hayworth, Charles Laughton, Robert Mitchum, Barbara Stanwyck, Tyrone Power, Burt Lancaster o Humphrey Bogart.
Cugat, prófugo
El Diario de Gerona, en sus ediciones del 16 de enero y el 23 de febrero de 1921, publicó una lista de gerundenses prófugos reclamados por el ejército al no haberse incorporado a filas. Hablamos de la época en la que España estaba luchando en la guerra del Rif (1920-1927). En este listado aparecía Francis Cugat, el cual no pudo regresar a España hasta la década de los cincuenta, cuando prescribió la orden de búsqueda y captura.
Cuando se jubiló se fue a vivir a Westport, en Connecticut, donde murió el 13 de julio de 1981. Algunas de las obras de Francis Cugat y Ruth Walder se encuentran en el archivo Lucille Lortel Papers, de la New York Public Library, de Estados Unidos.
