Coches de lujo y AK-47: así actuaba la banda que la Guardia Civil conecta con el hombre ejecutado en Montgat

La Guardia Civil, con la colaboración de EUROPOL, ha desarticulado lo que ha calificado como «la mayor organización internacional de tráfico de drogas» con sede en Cataluña, en el marco de la Operación «MILTRUCK FRENCHI». La red, asentada fundamentalmente en Barcelona, operaba a gran escala en el tráfico internacional de cocaína y posterior blanqueo de capitales.

La investigación, que se ha desarrollado en varias fases desde 2022, ha culminado con la detención de 25 personas, la investigación de otras ocho y la realización de 29 registros en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Cádiz.

Se trataba de una estructura altamente organizada que operaba a nivel internacional, con conexiones a Europa, América y Asia. La Guardia Civil les ha intervenido más de seis millones de euros procedentes del narcotráfico que escondían, en gran parte, en dobles fondos de vehículos, muchos de ellos de alta gama. También a lo largo de la operación se han podido incautar en España y Panamá más de 7 toneladas de cocaína.

Y ha llamado la atención de los investigadores, que la organización disponía de un importante número de armamento, incluso armas de guerra, con el peligro que esto conlleva, «por las reyertas entre clanes y lo peligroso para la intervención de los agentes de la autoridad durante las entradas o registraos, o los ajustes de cuentas entre ellos», según aseguraba el General Pedro Pizarro, jefe de la Guardia Civil en Cataluña. Y ha puesto como ejemplo del uso de este tipo de armas, el tiroteo que tuvo lugar hace unos meses en el barrio Font de la Pòlvora de Gerona, o recientemente en el barrio de la Mina (Barcelona).

La investigación ha sido compleja, ha durado tres años. Empezó en el 2022, cuando en Lérida se detectó 600 kilos de cocaína escondidos en un rotor de un generador eléctrico que llevaron a una empresa panameña. Y de ahí se estiró el hilo hasta poder desarticular toda la organización, desde el líder hasta la base.

Alto nivel de vida

El líder, actuaba bajo el alias de Lucky, vivía en El Prat (Barcelona) y formaba parte de un clan gitano. Pasaba totalmente desapercibido, como el resto de los miembros. De hecho, según explicaba el Capitán Jefe de la Unidad Orgánica de la Policia Judicial de Lérida, «no tenían una actividad económica que les permitiera llevar ese alto nivel de vida». Es más, ha asegurado que «muchos vivían de pensiones, pero su ritmo de vida era mucho más alto que lo que marcaba su vida laboral».

Y desde El Prat, el jefe coordinaba todas las operaciones, mantenía el control sobre toda la red y escondía su implicación utilizando un testaferro. Tenía también dos lugartenientes, Bugatti y Negro, lo que permitía a la organización descentralizar las operaciones y minimizar riesgos en caso de una intervención policial. La organización disponía también de empresas, de la construcción o de compra-venta de vehículos, para blanquear el dinero del narcotráfico.

En total, se han detenido a 25 personas, entre ellas un estibador del Puerto de Barcelona. Por cierto, no se descarta que esta organización esté vinculada con la muerte de un histórico estibador del Puerto, que murió tiroteado en una terraza de Montgat hace unos meses. Se está analizando la trazabilidad de las armas incautadas