José Luis Villanueva y Paco Baena, frente al Museo del Cómic, en Sant Cugat (Barcelona)

José Luis Villanueva y Paco Baena, frente al Museo del Cómic, en Sant Cugat (Barcelona)G. Altarriba

Cultura

El único Museo del Cómic de España cumple 5 años contra viento y marea

Paco Baena y José Luis Villanueva abrieron en 2019 el primer museo del país dedicado a la historieta, en Sant Cugat del Vallès

Para los amantes de las viñetas, entrar al Museo del Cómic y la Ilustración es como abrir el cofre del tesoro. Aquí, una página inacabada de Ibáñez que nunca se publicó; allá, las tintas originales de un Carpanta que mantiene hoy su colmillo.

En las paredes, historietas de TBO, portadas de El capitán trueno y hasta un ejemplar de El caricatura de finales del siglo XIX: una de las primeras revistas que merecen el nombre de «cómic».

Las publicaciones más antiguas que alberga el museo

Las publicaciones más antiguas que alberga el museoG. A.

«Esto es el resultado de una pasión», asegura Paco Baena, director de contenidos del museo, mientras recorre las salas. José Luis Villanueva, director del museo, asiente. Son los dos pulmones de una propuesta cultural única en España.

Situado en el centro de Sant Cugat del Vallès, a veinte minutos de Barcelona, el Museo del Cómic y la Ilustración es el primero de su tipo que abre en el país, y lo cierto es que impresiona: 500 metros cuadrados y tres plantas dedicadas a documentar la evolución del noveno arte en España.

El museo se inauguró en junio de 2019, hoy hace cinco años. Baena y Villanueva lo abrieron cansados de esperar a que se hiciera realidad el proyecto que la Generalitat llevaba años prometiendo.

Aquel museo –que había de instalarse en Badalona– nunca llegó, y estos dos apasionados del cómic decidieron tomar la iniciativa, «Este señor –dice Baena– está más loco que yo, y decidió poner este edificio de su propiedad al servicio del futuro museo que teníamos en mente».

Una de las salas del museo, decorada con 'El capitán trueno'

Una de las salas del museo, decorada con 'El capitán trueno'G. A.

El 90% del fondo del museo procede de las nutridas colecciones personales de Baena y Villanueva, junto a algunas donaciones particulares. Además –lamentan los impulsores frente a un colosal original del Príncipe Valiente de Harold Foster–, apenas reciben subvenciones públicas.

«La mayoría de visitantes son del extranjero o del resto de España: mover a la gente de Barcelona es muy difícil… aunque sí tenemos visitas escolares, ¡y salen encantados!», apuntan. Con todo, sacan pecho: «Hemos puesto a Sant Cugat en el mapa para los amantes del cómic»

Viaje en el tiempo

Subir las escaleras del Museo del Cómic supone hacer un auténtico viaje en el tiempo. Un recorrido por el paso de los tebeos satíricos de principios del siglo XX a las revistas para niños de pocos años después, y hasta la novela gráfica actual, personificada en Paco Roca.

Una portada original de Ibáñez, con Pepe Gotera y Otilio

Una portada original de Ibáñez, con Pepe Gotera y OtilioG. A.

Por el camino, hitos como el cómic de aventuras de los años 30 –vemos a Flash Gordon, a Jim de la jungla o incluso el primer número de Superman, que en España se publicó como «Ciclón»– o los tebeos patrióticos de la España franquista.

Las joyas se suceden: una página de Miguel Miura, un trabajo previo de Manuel Gago antes de El guerrero del antifaz o unas viñetas de Purita Campos. «¡Mira qué cosa más moderna!», exclama entusiasmado Baena, señalando el vestuario de una página de Florita, dibujado por Vicente Roso en 1949.

Viñeta de 'Florita', dibujada por Vicente Roso

Viñeta de 'Florita', dibujada por Vicente RosoG. A.

A la actividad del museo, que incluye también una tienda de cómics, se suman las exposiciones temporales. En estos cinco años se le han dedicado a grandes nombres como el ya citado Ibáñez o el manga Bola de dragón, y actualmente se pueden visitar dos: una dedicada a varias artistas de los Emiratos Árabes y otra centrada en el 90º aniversario de Flash Gordon.

Mirando hacia adelante, Baena y Villanueva esperan seguir con la labor de divulgación, a la espera de que alguna administración se decida a apoyar económicamente el proyecto. Mientras, el Museo del Cómic seguirá abriendo sus puertas cada día en Sant Cugat, contra viento y marea.

¿Un proyecto futuro? «Queremos habilitar una de las salas que usamos para las exposiciones temporales para mostrar, de forma resumida, la historia del manga: es lo más leído hoy».

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