Historias de Barcelona
Dónde está el reloj que usa el Ayuntamiento de Barcelona para fijar la «hora exacta» en la ciudad
Un legado de precisión horaria en la Rambla
En la fachada del Teatro Poliorama, en la Rambla de Barcelona, se encuentra un reloj histórico que durante 35 años dictó «la hora exacta» de la ciudad. En 1891, el Ayuntamiento designó el reloj de la Real Academia de Ciencias y Artes, ubicada en el mismo edificio, como referencia oficial para unificar los horarios de Barcelona. Este servicio horario había sido inaugurado por la Academia solo cinco años antes, en un intento por acabar con el desorden cronológico que imperaba en la ciudad.
La labor de la Academia se extendió hasta 1926, basándose en cronometrajes astronómicos realizados desde los telescopios de sus cúpulas. Posteriormente, el reloj recibió señales horarias por radio para garantizar la precisión. En 1972, los antiguos relojes mecánicos fueron sustituidos por un reloj de cuarzo, ubicado en el interior del edificio, protegido por una vitrina y accesible al público.
El reloj de la Catedral: el primer referente horario
Los intentos por unificar la hora en Barcelona se remontan al siglo XIV. En 1396, el Consejo de Ciento designó el reloj de la Catedral como referencia horaria. Desde la torre del reloj, la campana Eulalia marcaba las horas y la Honorata, los cuartos. Posteriormente, en 1576, el «reloj de los flamencos», ahora exhibido en el Museo de Historia de Barcelona, se convirtió en el estándar hasta 1863. Ese año, el Servicio Municipal de la Hora alineó todos los relojes públicos con la hora catedralicia, descartando el viejo mecanismo flamenco por su falta de fiabilidad.
Barcelona continúa preservando estos hitos de su historia horaria, que narran el camino hacia la precisión temporal en una ciudad vibrante y siempre en movimiento.