Fachada de las Casas Joaquima Ramis en Barcelona. Ahora son el Centro Cívico Matas y Ramis

Fachada de las Casas Joaquima Ramis en Barcelona. Ahora son el Centro Cívico Matas y RamisRamón Sales Encinas

Del sueño burgués a epicentro cultural: la transformación de las Casas Joaquima Ramis

Corría el año 1912 cuando Joaquima Ramis Amigó, tras enviudar de Francesc Matas, decidió materializar un proyecto familiar en la entonces denominada calle del Príncipe

En el corazón del barrio de Horta, más allá de los históricos Lluïsos, se alza un conjunto arquitectónico que representa la evolución social y cultural de Barcelona. Las Casas Joaquima Ramis, un singular proyecto modernista de principios del siglo XX, han pasado de ser residencias familiares a convertirse en un palpitante centro cívico que nutre la vida comunitaria del distrito.

Una visión familiar que trascendió generaciones

Corría el año 1912 cuando Joaquima Ramis Amigó, tras enviudar de Francesc Matas, decidió materializar un proyecto familiar en la entonces denominada calle del Príncipe (actual Feliu i Codina). Su deseo era proporcionar residencia a sus dos hijos, Joaquim y Enric, en un entorno que ya conocía bien, pues poseía una villa de veraneo modernista en la zona, diseñada por el propio Enric.

El conjunto arquitectónico presenta una particularidad notable: aunque oficialmente los planos fueron firmados por el maestro de obras Josep Masdeu, diversos indicios sugieren que el verdadero cerebro creativo fue Enric Matas i Ramis, quien culminaría su formación como arquitecto un año después de la construcción.

Elementos distintivos de un modernismo singular

El conjunto se caracteriza por una fachada unificada que agrupa dos viviendas independientes. El ladrillo visto enmarca puertas y ventanas creando una galería de inspiración medieval, mientras un prominente alero cubierto de teja vidriada verde protege la fachada donde destaca la forja artística de las ventanas.

En el interior, el amplio vestíbulo da paso a una escalera de hierro forjado con motivos geométricos y florales, complementada con un pasamanos de madera que conduce al nivel superior. La parte posterior del edificio se abre a un jardín que conecta con la calle Martí Alsina, integrando el espacio construido con el entorno natural.

Los hermanos Matas i Ramis: ingenio y creatividad

Los destinatarios de estas residencias fueron dos figuras relevantes en el desarrollo de Barcelona. Joaquim, nacido en 1884, destacó como ingeniero eléctrico, contribuyendo significativamente a la modernización de la infraestructura energética catalana mediante la fundación de «Maquinaria i material elèctric Vogel i Matas, S.A.»

Por su parte, Enric, nacido tres años después, desarrolló su carrera como arquitecto municipal de Calaf, cultivando paralelamente su pasión por la fotografía y el coleccionismo de postales, legando un valioso patrimonio documental que inicialmente se destinó a la creación de una biblioteca popular que nunca llegó a materializarse.

De residencia familiar a patrimonio comunitario

Tras el fallecimiento de ambos hermanos, el conjunto arquitectónico pasó a manos municipales. Las edificaciones albergaron temporalmente una farmacia y posteriormente acogieron al Centre Excursionista de Catalunya. Sin embargo, la creciente demanda vecinal por espacios públicos desembocó en la transformación del inmueble.

En junio de 1986, una de las casas comenzó a funcionar como centro de barrio, y en octubre de 1992, tras unificar ambas edificaciones, se inauguró oficialmente el Centro Cívico Matas i Ramis, ampliado posteriormente en 2001.

Hoy, este espacio alberga múltiples entidades y ofrece una variada programación de actividades. Entre sus iniciativas más innovadoras destaca el «Banco del Tiempo», un sistema de intercambio de habilidades y servicios entre vecinos que refuerza el tejido social del barrio, demostrando que la visión familiar de Joaquima Ramis ha trascendido para convertirse en un legado colectivo que sigue nutriendo la vida comunitaria de Horta.

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