Ejército de Tierra  Teniente coronel Juan José Crespo: «El gran valor de la Legión es su sentimiento integrador»

El Debate entrevista al teniente coronel Juan José Crespo, que en su libro El Alma del 21 teje una serie de historias y vidas de diversos integrantes del Regimiento de Transmisiones 21, que acaba de cumplir 150 años. Algunos de los protagonistas de la obra son personajes reconocidos, como el padre de José María Aznar, el hijo de Largo Caballero o la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, que se mezclan con muchos otros héroes anónimos. Todos ellos configuran un verdadero homenaje a la «unidad militar real». El teniente coronel, casado y padre de tres hijas, ha ocupado múltiples destinos nacionales y actualmente presta servicio en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas.

–¿Qué tiene de especial el Regimiento de Transmisiones 21?

–Tiene muchas cosas: mucha historia, es una unidad puntera, ha cumplido 150 años, ya que este Regimiento nace el 3 de octubre de 1872. Tiene haber estado en todas las campañas y es una de las unidas más potentes tecnológicamente hablando de la OTAN.

–Leyendo su libro, por él ha pasado mucha gente y alguna con ilustres apellidos…

–Sí. Uno de los secretos del libro es que tiene un poco de todo, cada capítulo es distinto. Hay generales, soldados, gente famosa, que no lo es, hay militares de los siglos XIX, XX y XXI…Y hay casos curiosos, como el padre de José María Aznar, el hijo de Largo Caballero, algunos políticos como Joaquín Ruiz Jiménez, una reina...

La guerra nos ha cambiado la mentalidad y se ve bien que haya más recursos y preparación militar. Es un tema de valores

–Usted dice que el hilo conductor es la batalla de Edchera…

–Así es. El libro está planteado como una película que yo divido en nueve partes y voy metiendo vidas que, al final, todas ellas se van a juntar. El combate de Edchera es desconocido para mucha gente aunque fue glorioso y las dos últimas Laureadas de San Fernando se dan en ese combate. Ahí estuvo la XIII Bandera de la Legión y los vehículos radio que iban eran del Regimiento de Transmisiones de El Pardo. Con ello, voy intercalando vidas, ejemplos, anécdotas…

–Por tanto, más allá de la batalla, le da gran importancia al perfil humano...

–Sí. El combate de Edchera en verdad solo dura un día. Lo que yo cuento es la historia de esa Compañía de Transmisiones desde que están en El Pardo, les anuncian que van a un sitio pero no les dicen dónde… Por eso me fijo en la historias humanas y por eso el criterio para elegir los personajes fue que me transmitieran. He intentado ser portavoz de esas personas que no están.

–¿Ha tenido que descartar muchas historias?

–Al contrario. Yo pensaba que iba a ser el combate de Edchera la principal y doce más. Luego fueron catorce y al final han sido veinticuatro historias. Cada vez que investigaba me salían vidas que merecían ser contadas.

–¿Alguna le ha parecido especial por algún motivo concreto?

–Le he puesto el mismo cariño a todas, pero sí es verdad que de los personajes que hay, a uno le conocí mucho. Es el padre de un gran amigo mío, con lo que se podría decir que es un poco más especial.

–En ese combate participó la Legión. ¿Qué cree que tiene este Cuerpo que provoca la admiración general?

–La Legión es algo más que una unidad militar. Es un Cuerpo en el que es muy importante la hermandad y, como vemos cada vez que desfila, siempre ha estado muy unido al pueblo español. También tiene espíritu integrador. Es la Legión la que invita al Regimiento de Transmisiones 21 a los actos de Edchera, con lo que hace más grande la gloria. No dice «somos la Legión», sino «que vengan». La gloria cuanto más se comparte más crece. Ese sentimiento integrador es el gran valor.

–¿Qué imagen cree que tiene la sociedad, en especial los más jóvenes, sobre las Fuerzas Armadas?

–No me quejo, creo que es una buena opinión y que la gente tiene un respeto y un cariño grande a las Fuerzas Armadas y a sus militares. Quizás lo que haya cambiado es que hace años se veía muy lejano que hubiera un conflicto y, por desgracia, la guerra nos ha cambiado la mentalidad y se ve bien que haya más recursos y mejor preparación militar. Es un tema de valores

–¿Cree factible que pudiera haber una escalada nuclear por parte de la Rusia de Putin?

–A día de hoy, lo que dicen todos los servicios occidentales y de la Alianza es que no han detectado ningún movimiento. Aparte de la retórica que podemos escuchar de ciertos dirigentes, no hay ningún indicio real de que esa amenaza sea cierta.

Se debe establecer diálogo con los países del norte del Magreb. A todos nos conviene una buena relación de seguridad a ambos lados del Mediterráneo

–¿Ve posible la creación de un ejército europeo?

–El tema de una Unión Europea en Defensa se lleva planteando ya muchos años. Pero las Fuerzas no son excluyentes. La defensa nacional puede apoyarse en colaboraciones bilaterales como España con Estados Unidos, pero también con una posible europea y con la OTAN. No hay que verlo como posiciones enfrentadas, pero sí es verdad que Europa busca una autonomía de seguridad mayor. Un ejemplo se vio el año pasado con la retirada en Afganistán, cuando Estados Unidos iba por otro lado que la Unión Europea y ahí ya se empezó a hablar sobre ello. Pero no tiene que ir contra la OTAN porque somos prácticamente los mismos socios y valores. Esa autonomía estratégica a los europeos nos interesa y se van dando pasos. Ahora se va crear una misión europea de entrenamiento con base en Polonia para entrenar a militares ucranianos. Es un paso más del compromiso común europeo.

–¿Qué estrategias de seguridad y defensa habría que llevar a cabo en la frontera sur de Europa?

–Las estrategias de seguridad no están dirigidas a un sitio en concreto, sino que se habla de una estrategia de 360 grados, que sea compatible con el flanco sur, el oeste y todos. Al fin y al cabo, se habla de seguridad y una amenaza da igual por dónde venga. Es verdad que en el sur hay problemas de inmigración ilegal, de tráfico de droga y tiene una problemática concreta. Por eso, se debe colaborar con países de la zona como Italia y establecer diálogo con los del norte del Magreb. A todos nos conviene que haya una buena relación de seguridad a ambos lados del Mediterráneo.