Jordi Llobregat: «En mis libros me esfuerzo por justificar de manera convincente las acciones de los asesinos»
El escritor valenciano atiende a El Debate con motivo de la publicación de su última novela, Donde no llegan las sombras, una historia en la que da al lector gran libertad a la hora de interpretar lo que sucede en sus páginas
Martina se desvanece en la bruma de la Vall Fosca, un enigma suspendido en el aire como un suspiro que se mezcla con el silencio de las montañas. Su historia, marcada por el misterio y la tragedia, se teje en el mismo tapiz en el que otras niñas comparten su destino trágico. Una poza remota, alejada 200 kilómetros de su último rastro, se convierte en testigo de una pesadilla que se repite. Así es el nuevo libro del valenciano Jordi Llobregat, responsable de la columna Atasco en la mesita de noche en el diario Las Provincias y colaborador habitual de El Cuaderno Rojo.
Como una danza entre lo tangible y lo mágico, coloca en el epicentro de su trama la delgada línea que separa lo real de lo sobrenatural. Llobregat, hábil como siempre, teje una narrativa que, aunque se adentra en lo mágico, no renuncia a las sólidas columnas de la investigación, el suspense y la intriga, ofreciendo una experiencia literaria que desafía las categorías convencionales.
–¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
–Surge, básicamente, de inquietudes personales. No es casualidad que las víctimas tengan la misma edad que mi hija. De alguna manera, este tema me interesa mucho: el paso que todos damos de la niñez a la adultez, y todo lo que perdemos en ese proceso Quería explorar por qué y cómo sucede. Así que pensé, «bueno, yo escribo thrillers, ¿puedo crear uno a partir de esto?». Muchas de mis historias nacen de preguntas como estas. «¿Puedo convertir esta inquietud personal en un thriller convincente?». Y así nació Donde no llegan las sombras.
Interpretar las situaciones
–¿Qué es para usted la novela negra? ¿Pertenece Donde no llegan las sombras a este género literario?
–La novela negra se ha convertido en un paraguas muy amplio que abarca diversos subgéneros, como la novela policíaca, el cozy novel o el rural noir, entre otros. Aunque algunas personas prefieren separarlos, todos coexisten bajo este paraguas. En mi caso, dentro de la novela negra, me gusta mezclar géneros. En mis obras, puedes encontrar elementos de thriller, un toque de fantasía, un poco de terror y, en ocasiones, simplemente literatura.
No me ciño estrictamente a las reglas de un solo género, sino que busco utilizar herramientas que me permitan contar una historia de manera efectiva, con el único propósito de brindar al lector una experiencia narrativa enriquecedora. En última instancia, el objetivo tanto de los escritores como de los lectores es disfrutar de una buena historia. Las etiquetas y clasificaciones vienen después, a veces impuestas y otras veces surgidas de manera natural.
Todos somos el resultado de un cúmulo de elecciones, desde el encuentro de nuestros padres hasta las pequeñas decisiones diarias que nos definen como individuos únicos
–El misterioso entorno de la Vall Fosca y sus elementos mitológicos como las dones d'aigua y el Papu desempeñan un papel fundamental en la trama. ¿Cómo decidió incorporar estas criaturas fantásticas a la historia y qué impacto tienen en el desarrollo de los personajes?
–A muchos escritores nos gusta rescatar elementos aparentemente olvidados o desconocidos, una forma de hacerlo es integrándolos en nuestras historias. En nuestro país contamos con una riqueza cultural de leyendas y mitos que, en la vida pragmática actual, tienden a desvanecerse. Historias como la de La Tiñosa, un ser que venía con la niebla y se llevaba a los niños, son relatos antiguos que servían como precaución en tiempos de niebla en la montaña para evitar perderse y morir. Aunque mi obra es una investigación policial, incorporo elementos fantásticos para recordar a los lectores que el mundo no es solo frío y pragmático, sino que contiene lenguajes en paralelo que, aunque no sean reales, añaden color a nuestra vida, rompiendo la frialdad del pragmatismo.
Quiero que los lectores reflexionen sobre la realidad, introduciendo elementos que desafían la explicación lógica. Además, me interesa que el protagonista, Álex Serra, experimente situaciones que inviten al lector a decidir si son producto de su imaginación o si realmente están sucediendo. Es un juego de interpretación que comparto con el lector, dejándolo decidir cómo percibir lo que ocurre.
–La narrativa parece explorar la relación entre lo real y lo mágico. ¿Cómo encuentra el equilibrio entre el misterio sobrenatural y la cruda realidad en Donde no llegan las sombras?
–Principalmente, esto se debe a que quiero que los lectores tengan la libertad de decidir en qué medida lo que está sucediendo es real para los personajes. No quiero imponer como escritor una verdad absoluta; más bien, quiero que los lectores interpreten las situaciones a través de la perspectiva de los personajes. Lo que se aparta de la realidad es lo que los personajes piensan, cómo actúan o en qué creen. No están seguros de lo que ha sucedido y eso añade una capa intrigante a la trama. Además, quiero destacar que, aunque esta parte más fantástica es relevante, es un elemento sutil y un aderezo, ya que la verdadera esencia de la novela radica en la investigación de la desaparición de unas niñas y el trabajo policial asociado. La trama principal se desarrolla de manera más directa en el ámbito de la investigación.
Ámbito psiquiátrico
–El personaje de Álex Serra tiene una conexión profunda con la desaparición de su hermana Lía. ¿Cómo desarrolló la psicología de Álex y su evolución a lo largo de la historia?
–Quería explorar desde el inicio algo que me obsesiona como escritor: cómo nuestras decisiones pueden afectarnos, incluso aquellas que parecen inofensivas. Álex Serra toma la decisión de hacer trampas en un juego infantil, lo que resulta en la desaparición de su hermana mayor. Este acto, en apariencia inocente, plantea la pregunta: ¿cómo nos afectaría, de por vida, si una elección nuestra desencadena la pérdida de un ser querido? Álex, ahora policía, enfrenta la soledad y problemas de relaciones personales, acompañados por el trauma que le provoca crisis de ansiedad, una manifestación emocional del incidente pasado.
Esta conexión entre decisiones aparentemente pequeñas y las complejidades de nuestras vidas es asombrosa. Todos somos el resultado de un cúmulo de elecciones, desde el encuentro de nuestros padres hasta las pequeñas decisiones diarias que nos definen como individuos únicos. Es fascinante cómo, a medida que envejecemos, reconocemos dos o tres decisiones cruciales que nos moldearon.
–El asesino parece seguir un patrón específico al vestir a las víctimas como dones d'aigua. ¿Qué inspiró esta elección y cómo afecta al suspense de la historia?
–Las inspiraciones literarias y audiovisuales influyen en la creación de mis personajes que suelen ser como monstruos de Frankenstein, ensamblados a partir de diversas fuentes. Tomo elementos específicos que me gustan, ya sea de personajes como el asesino de El silencio de los corderos o de cualquier obra que me haya impactado. En este caso, quería que el personaje estuviera vinculado al ámbito psiquiátrico, sin revelar demasiado. Lo que más me interesa en los asesinos que desarrollo es que tengan razones, motivaciones propias que puedan comprenderse, aunque no necesariamente empatizar con ellas. La idea es explorar que el mal, en términos convencionales, reside en todos nosotros y que cualquier persona, dependiendo de circunstancias o decisiones, podría tomar caminos oscuros.
Reflexiono sobre qué situaciones podrían llevar a cualquiera de nosotros a cometer un acto tan extremo como matar a alguien. En mis historias, me esfuerzo por justificar de manera convincente las acciones de los asesinos, incluso cuando se trata de actos tan impactantes como el homicidio de niñas de 12 años. Es un ejercicio de exploración de la complejidad moral que existe en todos nosotros, cuestionando qué condiciones podrían llevar a alguien a cometer un acto tan atroz.
En nuestro país contamos con una riqueza cultural de leyendas y mitos que, en la vida pragmática actual, tienden a desvanecerse
–La historia explora temas tan oscuros como el secuestro y asesinato de niñas. ¿Cómo consiguió manejar la sensibilidad en el tratamiento de estos temas difíciles mientras desarrollaba la trama?
–Esto cobra aún más importancia porque hay lectores a los que les resulta un freno. De hecho, a mí mismo me ocurría al enfrentarme a algunas grandes novelas en las que la víctima era una niña de siete u ocho años, la misma edad que tenía mi hija en ese momento. Sin embargo, parte del desafío al escribir esta novela fue abordar estas víctimas de manera que no generara rechazo en el lector, y creo que lo logré. Los forenses, al encontrar a las víctimas, no saben la causa de su muerte, ya que están tratadas de manera muy pulcra. A diferencia de otras novelas en las que he explorado violencia más explícita, aquí me interesaba abordar una violencia no física. Este fue un esfuerzo consciente para que el lector se sumerja en la trama sin sentirse agredido, y considero que es un aspecto fundamental.
–En la novela se menciona la búsqueda de un lugar donde no llegan las sombras. ¿Qué simboliza este lugar y cómo influye en el desarrollo de la trama?
–Existe un lugar al que no llegamos con facilidad: el niño que llevamos dentro, donde aún creemos en la magia y mantenemos una mirada limpia hacia la vida, sin contaminación. Aunque todos guardamos un pequeño trozo de esto, con el tiempo lo rodeamos de fracasos, cinismo y elementos que nos ayudan a sobrevivir en el mundo adulto. Aunque no podemos ser niños siempre, en ocasiones tiramos de esa pureza infantil, como cuando reímos de verdad o nos emocionamos.
Donde no llegan las sombras es esa parte interior nuestra, ese rincón de la niñez que a veces corremos a abandonar. Pero, paradójicamente, es esa parte que seguimos siendo. Todo el mundo, en ciertas situaciones, resurge como el niño o la niña que fue en algún momento de la vida. Esa conexión con la niñez es lo que me interesa explorar en Donde no llegan las sombras.
–¿Qué planes tiene para el futuro?
–Además de la promoción de este libro, hay que lidiar con numerosos eventos y actividades, lo cual, aunque gratificante, también puede resultar agotador y costoso, pero, a pesar de todo, estoy enfocado en mi próxima novela que continuará la historia de Álex Serra. Aunque tengo otros proyectos en mente, le he dado prioridad a esta siguiente obra porque siento que mi instinto creativo me está impulsando en esa dirección. Al final, escribir es una actividad que realizamos por placer y Álex se ha consolidado mucho con esta última novela, así que estoy emocionado por ver hasta dónde nos llevará la siguiente. Estoy muy entusiasmado.