Castellón construirá la segunda iglesia rumana más grande de España en una antigua nave okupada
Tendrá capacidad para más de mil personas y abrirá sus puertas entre finales de 2025 y principios de 2026, rehabilitando un espacio que lleva años cerrado y que frecuentaban los okupas
La provincia de Castellón tendrá la segunda iglesia rumana más grande de toda España. Se trata de un almacén abandonado en la capital de la Plana, una gran nave ubicada en la avenida Hermanos Bou, que podrá albergar hasta 1.200 personas y tiene previsto abrir sus puertas a finales de 2025 o principios del 2026.
Por dimensiones y capacidad, se trata de la segunda Iglesia Evangélica Pentecostal Rumana más grande del país, tan solo por detrás de la de Beasain, situada en el País Vasco. Así lo ha confirmado uno de los pastores al periódico Mediterráneo.
Otro de los hechos característicos de este espacio es que llevaba muchos años cerrado, deteriorándose y dando cobijo a okupas, provocando quejas y altercados con vecinos de la zona. Con la compra de la congregación rumana, las instalaciones tendrán una nueva vida.
Los feligreses rumanos se trasladan desde la Ciudad del Transporte de Castellón, donde actualmente tienen sus instalaciones, hasta el nuevo terreno. En un principio, sus miembros utilizarán el inmueble como oficina y lugar de culto; pero será de manera temporal, puesto que en sus planes está levantar una iglesia en el solar anexo, que también han adquirido.
La congregación ya está acudiendo a celebrar el culto a un edificio ubicado junto al terreno en obras, abierto desde principios de julio, tras adquirirlo la comunidad en propiedad con las aportaciones de los fieles y rehabilitarlo.
Financiación del Gobierno rumano
Tanto la adquisición como las obras cuentan con financiación del Gobierno rumano. Su aportación alcanza los 400.000 euros, si bien la comunidad de Castellón ya ha recibido 200.000 euros para el inicio de los trabajos y, el resto los aportará al finalizar los mismos.
Una vez concluyan los trabajos, los responsables de la Iglesia Evangélica Pentecostal Rumana reorganizarán las actuales instalaciones donde ahora celebran el culto los domingos por la mañana y por la tarde y es un centro que cuenta con cursos y escuela de música.
Cuando se ponga en marcha la nueva iglesia, el actual edificio, que cuenta también con dos sótanos, acogerá las salas de reuniones y de ensayo, así como cocina y comedor y una escuela dominical.
La comunidad extranjera más grande
La construcción de una nueva iglesia más grande y con más espacios era una necesidad latente en la comunidad rumana, ya que hasta el recinto actual acuden casi mil feligreses de forma habitual de la ciudad de Castellón, pero también de otras zonas de la provincia como Villarreal, Burriana, Almazora, Onda o Benicasim.
El culto de Castellón es el punto principal de la congregación para reunirse, ya que es el que cuenta con más capacidad, aunque hay otra iglesia más pequeña en Vinaroz, donde se reúnen los seguidores de la zona norte de la provincia.
Y es que Castellón cuenta con una gran cantidad de población de origen rumano. Según los datos del INE de 2022, actualmente hay alrededor de 36.639 rumanos, la comunidad extranjera más grande de toda la provincia. Por lo que la demanda de este tipo de espacios es elevada y por eso llevaban años intentando buscar una solución para poder ampliar instalaciones.
«Necesitamos mucha más altura para la iglesia; esto es una solución provisional para que podamos funcionar», explica Gabriel, miembro de la congregación al periódico Mediterráneo. Si se cumplen los plazos de construcción, en Pascua se abrirá ya la primera planta del inmueble, mientras los trabajos continúan en las otras.
Almacén con okupas
La nueva iglesia, además de ser beneficiosa para la comunidad rumana y también dejar cierto beneficio económico en Castellón, ha servido para que la ciudad se deshaga de una de sus puntos de okupación, gracias a que la congregación se hace cargo de la nave y el terreno, rehabilitando las instalaciones y limpiándolas de okupas.
Las instalaciones pertenecían anteriormente a la empresa de materiales de construcción Ghon Güsy. Tras su cierre el inmueble pasó a pertenecer a la Sareb, sociedad creada para gestionar y vender los activos problemáticos de las entidades bancarias rescatadas.
Con el tiempo, ya que las instalaciones estaban abandonadas y en malas condiciones, deteriorándose con el tiempo, los okupas se instalaron dentro. Un caso concreto fue el de Rafail Iliev Angelov, de Bulgaria, que colocó un cartel en la puerta atribuyéndose de este modo la propiedad, con una gran pintada de aviso adornaba el interior del edificio: «No paso policía».
Según avanzó el periódico citado, el proyecto de construcción de la iglesia se dio a conocer la misma semana en la que se produjo la visita del senador Sorin Lavric y el diputado Antonio Andruseac. Los dos parlamentarios visitaron la comunidad rumana asentada en diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana, en especial en Castellón.