La filial valenciana de ERC escoge como líder a un investigado por acoso sexual

Son un partido residual en la Comunidad Valenciana, pero su último movimiento orgánico ha provocado un terremoto en el pancatalanismo de la región. Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV), la filial valenciana de ERC, elegía el domingo a Josep Barberà como presidente de esta formación exparlamentaria.

Barberà obtuvo 75 votos frente a los 63 del exsecretario de organización Domènec Garcia, en una votación en la que hubo también dos votos en blanco. Hasta ahí, todo normal. El problema es que Barberà está siendo investigado por la comisión de un delito sexual.

Barberà fue denunciado por la exsecretaria de ERPV Maria Pérez, por, presuntamente, acosarla sexualmente durante dos años, entre 2021 y 2023, cuando ambos trabajaban para el partido. Pérez denunció a su jefe de filas a finales de 2023, lo que derivó en una investigación interna que se archivó a comienzos del año siguiente.

El presidente de ERPV, que llevaba liderando el partido desde 2016, fue apartado del cargo momentáneamente, pero no solo lo recuperó, sino que ahora la militancia revalida su apoyo. Pérez, por su parte, acabó abandonando la formación separatista, aunque no la vía legal contra el líder de los republicanos valencianos.

La exsecretaria fue a los tribunales y el pasado mes de marzo el Juzgado de violencia sobre la mujer de Alcira, en Valencia, admitió a trámite una querella de la presunta víctima por los delitos de acoso de género, contra la libertad sexual y contra el honor, en un proceso judicial abierto a día de hoy. Una situación que incomoda al entorno pancatalanista valenciano, que presume de feminismo, por lo que la continuidad de Barberà en su puesto ha provocado una suerte de cisma en las entidades de este espectro ideológico.

Así, a comienzos de esta semana la comisión organizadora del Aplec del Puig, una celebración anual que aglutina a buena parte del nacionalismo y el independentismo valenciano, decidía suspender la edición de este año, que, como en el resto de las 65 anteriores ocasiones, se iba a celebrar el último domingo de octubre en la montaña de la Pata, en esta ocasión el día 27. Desde 2016, además, esta fiesta la organizaba la propia ERPV, por lo que el malestar es doble, si cabe.

Esta comisión, creada el año pasado, está integrada, además de por la filial valenciana de Esquerra Republicana de Catalunya –que tampoco pasa por sus mejores momentos a nivel orgánico–, por Bloc i País (una pata de Més Compromís), Poble Lliure, Bloc d'Estudiants Agermanats, Decidim, Escola Valenciana, Intersindical Valenciana, Jovent Republicà y Plataforma per la Llengua, autodenominada como la «ONG del catalán».

Barberà, nacido hace 41 años en Benicarló (Castellón), estudió Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Barcelona y trabaja en el ámbito editorial. Asimismo, fue concejal de Cultura en su localidad natal entre 2015 y 2019 dentro de la coalición de su partido con Compromís. Militante de ERPV desde hace 20 años, se ha presentado dos veces a las elecciones generales.