Valencia El barro colapsa el alcantarillado de zonas devastadas por la DANA y se convierte en el gran enemigo a batir
La Consejería y el Ministerio de Sanidad instan a no arrojar el lodo a las cloacas, pero ha sido en muchas ocasiones el destino más frecuente en las localidades valencianas afectadas por la gota fría
La ingente cantidad de lodo generado tras la DANA en decenas de localidades de la provincia de Valencia se ha convertido en el gran enemigo a batir y su retirada en reto mayúsculo no exento de problemas. Cada día, según datos de la Generalitat Valenciana, se retiran 2.500 toneladas diarias de residuos en las tareas de limpieza y retirada de lodo y enseres.
En el caso del fango, su destino más habitual es el alcantarillado, lo que ha provocado que en localidades como Picaña y Paiporta se estén provocando bloqueos. En este último municipio, el más afectado por la gota fría que deja más de dos centenares de víctimas mortales, incluso las cloacas se han rebasado, convirtiendo algunas zonas en un cenagal.
Desde el primer momento, vecinos y voluntarios han estado barriendo el barro hacia el sistema de alcantarillado y su solidificación, unido a la acumulación, están provocando que su retirada sea un auténtico quebradero de cabeza. Eliminas un problema, pero generas otro. La Consejería y el Ministerio de Sanidad explicita que «no se debe tirar el barro o los residuos al alcantarillado».
El coronel Jesús Marco Vila, jefe de la Oficina de Comunicación del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, sito en Bétera (Valencia), explica a este periódico que «lo que hemos visto nosotros sobre el terreno es que hay muchísimo lodo, con lo cual tampoco se puede hacer una gestión muy ordenada».
«Vemos con las máquinas cómo lo remueven hacia las acequias que hay cerca y, por supuesto, al alcantarillado. Sabemos que está colapsando y muchos alcaldes lo manifiestan en los medios. No sé cómo se puede mejorar eso, pero, en cualquier caso, está muy fuera de nuestro alcance», apunta en relación a cómo retiraban el lodo los voluntarios. Desde el Ejército, precisa, las máquinas, inicialmente y donde se podía, sí empujaban el lodo a las acequias, pero no al alcantarillado. Los militares allí desplegados retiran el lodo con máquinas y lo depositan en camiones, explica.
Peligros para la salud
Más allá de lo titánico a nivel logístico de su retirada, su acumulación puede ser peligrosa para la salud. «Unos días después de los hechos, cuando ya había muchas personas ayudando en las labores de limpieza, fueron muchos los que alertaron de que el agua estancada y el fango podían albergar todo tipo de microorganismos que podrían llegar a ser perjudiciales para la salud», apuntan Consejería y Ministerio en su listado de recomendaciones para quienes están en la zona afectada.
Por ello, aconsejan llevar ropa protectora y calzado adecuado, así como guantes y mascarilla de protección. «Debido a que las salpicaduras son habituales en estas labores, es recomendable proteger la nariz, la boca y los ojos con mascarillas y gafas protectoras», añaden.
Buena parte de vecinos y voluntarios siguen este proceder, pero la Dirección General de Salud Pública estudia dos casos probables de leptospira, aun pendientes de ser analizados, de voluntarios que han llevado a cabo limpiezas o desescombros en la zona. Ambos presentan «buena evolución clínica», pero una de ellas está ingresada en un centro hospitalario, según la Consejería del ramo. La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que puede aparecer después de inundaciones o lluvias torrenciales y en la que es clave la presencia de animales como roedores.
Cubas de baldeo y desinfectante
Entre personas es «extremadamente rara» según el Ministerio y la Consejería, pero, como apunta la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias «puede transmitirse a través del contacto con agua, alimentos y suelo contaminados que contengan orina contaminada» con leptospiras de animales infectados, por ejemplo ratas, como las que abundan ya en algunos municipios afectados.
Desde el Ayuntamiento de Valencia, con algunas de sus pedanías castigadas por la DANA, han comenzado este fin de semana «el trabajo preventivo de baldeo con producto desinfectante en las calles» de la pedanía de Castellar-l'Oliveral. En La Torre y Forn d'Alcedo, los trabajos de baldeo comenzarán en la noche del domingo al lunes, según ha informado el consistorio en un comunicado, en el que añade que en estas pedanías también trabajan cubas de baldeo para el material urbano .
«Esta labor de prevención, gestión y trabajo es importante para adelantarnos. No existe ni una alerta, pero queremos tener prevenida y monitorizada la ciudad y cuidar de todos los aspectos que puedan llegar en los días posteriores a la DANA», ha apuntado al respecto la alcaldesa, María José Catalá. El desinfectante utilizado es una disolución de hipoclorito sódico, precisa el Ayuntamiento. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, informaba este sábado de que se están despejando los alcantarillado de Picaña, Paiporta, Alfafar y Masanasa.