Claves del nuevo curso político valenciano: reconstrucción, Presupuestos y Congreso del PP
Los cuatro partidos con representación en las Cortes, PP, PSPV-PSOE, Compromís y Vox, afrontan un año clave tanto en clave interna como en términos de opinión pública
Si se suele decir que la vida da muchas vueltas, en la política es aún más y, visto lo visto en 2024, lo que concierne a la Comunidad Valenciana es todo un nido de incógnitas. 2024 comenzó con una Diana Morant que se tenía que 'batir el cobre' junto a los líderes provinciales del PSPV-PSOE de Valencia y Alicante por el liderazgo de la federación y acabó siendo aupada al puesto por obra y gracia de Pedro Sánchez; Carlos Mazón ni se podía imaginar lo que le ha ocurrido tras el 29 de octubre y la dana y, por su parte, Vox se ha comido las uvas fuera del Consell tras la decisión unilateral de Santiago Abascal y su núcleo duro.
Con este paisaje, resultaría temerario hacer una quiniela sobre cómo acabará el recién estrenado 2025 en la región, aunque no es menos cierto que determinados aspectos irán marcando, de manera irreductible, el devenir de una legislatura que durante los últimos doce meses ha sido removida de manera más que notable.
Por orden de mayor a menor según los resultados obtenidos en las elecciones del 28 de mayo de 2023, el que primero ha de afrontar una cita clave es el Partido Popular. Así, y con la riada hoy y en el futuro todavía presente, Mazón deberá decidir si opta a la reelección como líder de la formación en la Comunidad o si, por el contrario, opta por dar un paso al lado y ceder el testigo a otra persona para que compita por mantener la Generalitat después de los ocho años que les costó volver, es decir, pasado el tripartito que lideró en su día el socialista Ximo Puig junto a sus socios de Compromís y Unidas Podemos.
Mazón y su liderazgo en el PPCV
Su imagen en la región de puertas para dentro y a nivel nacional se ha visto seriamente afectada por los efectos de la gota fría y por la comunicación y gestión que hizo de la crisis. Si en las tres provincias parece que goza de buen apoyo interno, tanto en parte de Génova como en las filas de la oposición sí le reclaman que renuncie a su puesto. Por el contrario, él ha dicho por activa y por pasiva que someterá ese escenario a cómo vaya el proceso de reconstrucción de la provincia después de la riada.
En un principio, el cónclave 'popular' está previsto para verano de este mismo año, con lo que los plazos son más que estrechos para los de Alberto Núñez Feióo, quien en último término, será quien tomará una decisión acerca del próximo candidato al Palau de la Generalitat. Nombres para tal tarea han sonado y no son pocos, pero, por el momento, Mazón resiste.
Morant y su dependencia de Sánchez
En paralelo, deberá sacar adelante los Presupuestos para 2025, unas cuentas públicas que distan mucho de ser algo parecido a normales. Todo lo contrario, dado que deberán contemplar toda una serie de partidas orientadas a que Valencia ciudad y hasta un total de 103 municipios intenten, poco a poco, recobrar lo que para sus habitantes era normalidad antes de la trágica mañana del 29 de octubre. Los votos de Compromís el jefe del Consell ya sabe de antemano que no los tiene, los del PSPV tiene mucha pinta de que pueden ir por los mismos derroteros y, por ende, tendrá que sudar el apoyo de los 13 diputados de Vox.
En cuanto a los socialistas, aunque su horizonte pueda parecer moderadamente despejado, quizás no lo sea tanto. En clave orgánica, Morant deberá trabajarse en tiempo y forma el hecho de hacer creer a sus militantes que es una líder independiente, sin ataduras con Ferraz. Ese hecho también lo tendrá que superar, con mayor dificultad si cabe, mirando a los más de cinco millones de valencianos con vistas a los comicios, previstos para 2027.
Sean cuando fuere, lo cierto es que la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades tiene francamente difícil poder desligarse de todo lo que, en términos de voto y de opinión pública, significa el sanchismo. A mayor abundamiento, la exalcaldesa de Gandía deberá esforzarse sobremanera en explicar por qué es una de los responsables territoriales del PSOE cuyas federaciones están en la caja común de la Seguridad Social, si no la única, que defiende un modelo de financiación singular para Cataluña. Enfrente no solo tiene al resto de partidos valencianos y la masa social, sino también a otros barones compañeros suyos como el asturiano Adrián Barbón o el castellano-manchego Emiliano García-Page.
Compromís tampoco tiene una papeleta fácil para estos próximos doce meses. Viene de perder sus puestos en el Consell de Puig, en las diputaciones de Castellón y Valencia, la propia alcaldía levantina y multitud de otras responsabilidades. Por si fuera poco, el liderazgo que actualmente ostenta Joan Baldoví es más que endeble y habrá que ver el relato que la coalición nacionalista pone en marcha una vez su otrora lideresa todopoderosa, Mónica Oltra, se siente en el banquillo de los acusados por, presuntamente, haber encubierto los abusos sexuales de su exmarido a una niña de 14 años que su propia Consejería tenía tutelada en un centro de menores.
Por último, Vox tendrá que decidir si en la Comunidad Valenciana, con la situación excepcional que se vive tras la dana, tiene su propia hoja de ruta o si, en cambio, mantiene su total dependencia de las directrices marcadas por Abascal desde Madrid. Por el momento, no le ha negado a Mazón su apoyo a los Presupuestos que se presentarán en cuestión de semanas, pero tampoco le ha brindado un respaldo claro y, ni mucho menos, absoluto.