El obispo Munilla denuncia que el Gobierno de Sánchez quiere «imponer por ley» una «antropología de Estado»
Así se ha pronunciado después saber que el Ministerio de Igualdad anunciara que ha decidido investigar a siete diócesis por participar en cursos que niega que sean «terapias de conversión sexual»
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha acusado al Gobierno de querer «imponer por ley» una «antropología de Estado», después de que el Ministerio de Igualdad anunciara que ha decidido investigar a siete diócesis por participar en cursos de supuesta conversión sexual, como denuncian, y tras la reunión de la ministra Ana Redondo con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello.
«No creen en la libertad de la que hacían bandera antes de alcanzar el poder. Ahora se creen con la potestad de imponer por ley una 'antropología de estado', vulnerando el principio de libertad religiosa (pero, eso sí, nunca los hemos oído decir nada con respecto al islam)», ha lamentado monseñor Munilla en su cuenta de la red social X.
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Para el obispo, es «obvio que sus acusaciones no tienen ningún recorrido legal (a pesar de sus continuos intentos de manipular el poder judicial)» y considera que el objetivo del Ejecutivo «es doble: por una parte, meter miedo e intentar silenciar a la Iglesia, y, en segundo lugar, distraer la atención de la opinión pública de los escándalos de corrupción por los que están siendo investigados».
Además, Munilla ha asegurado que «es absolutamente falso que la Iglesia haga terapias de ningún tipo» y ha precisado que lo que hace es «acompañar espiritualmente a quienes experimentan heridas afectivas».
Asimismo, para el obispo es «increíble» que esa «acusación» sobre las terapias de conversión la realicen «quienes han aprobado una ley por la que se permite hormonar y realizar operaciones quirúrgicas para cambiar de sexo, incluso a menores de edad sin el consentimiento de sus padres». «Es decir, pretender colar un mosquito (que ni siquiera existe) y se tragan un camello», ha añadido.
Igualmente, ha criticado «la pretensión de la ministra de que sea el Tribunal Constitucional el que dirima las condiciones para recibir la Sagrada Comunión». «Está a medio camino entre el sainete y la tragicomedia», ha zanjado.