
Concentración de la entidad pancatalanista Plataforma per la Llengua frente al cartel de Castellón de la Plana
Una entidad pancatalanista irá a la Justicia para tratar de eliminar el nombre de Castellón en español
Plataforma per la Llengua presentará un contencioso-administrativo para tratar de revocar el topónimo bilingüe de la capital de la Plana, que ya es oficial en el BOE
Tras un largo proceso, Castellón de la Plana ha conseguido el cambio de topónimo para que el nombre de la ciudad volviese a ser oficial tanto en castellano como en valenciano. El pasado 20 de enero se hizo oficial con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), una acción que se ha conseguido a pesar de los impedimentos de los partidos de la izquierda y de la oposición del nacionalismo.
Ahora, una de estas entidades que se oponía al cambio pretende revertir esta medida ya aprobada. Se trata de Plataforma per la Llengua, una organización independentista catalana que pretende presentar un recurso contencioso-administrativo contra el doble topónimo ya aceptado y oficializado en el BOE. Los únicos argumentos presentados mediante un comunicado son que la legislación autonómica determina que «se deben evitar las formas bilingües» y que las denominaciones de los municipios «se adecuarán a la tradición histórica y lingüística».
A pesar de los esfuerzos de esta y otras organizaciones de izquierdas que han tratado de parar el doble topónimo durante el último año y medio, ninguno de los recursos presentados ha sido aceptado y la medida ha salido adelante. Cabe recordar que la oposición también lleva tratando de parar el cambio desde el momento en que se planteó la propuesta en el verano de 2023, sin estudiarla primero.
Ni el PSPV-PSOE ni Compromís consiguieron frenar su debate en la Comisión Plenaria de Ciudadanía y Participación ni su posterior aprobación en el pleno ordinario, a pesar de sus votos en contra. Además de que no se tuvo en cuenta ni salió adelante ninguna de las 36 alegaciones de diferentes organizaciones, asociaciones y políticos presentadas.Este proceso lleva en marcha desde junio de 2023, cuando la alcaldesa de la ciudad, Begoña Carrasco, del Partido Popular, activó el expediente administrativo como una de sus primeras medidas en el cargo, tras tomar posesión después de las elecciones del mes de mayo. Desde ese momento la propuesta ha pasado por múltiples trámites administrativos y tanto el PSPV-PSOE, como Compromís y algunas organizaciones externas han tratado de pararlo, poniendo piedras en el camino.

Imagen del pleno del mes de julio del Ayuntamiento de Castellón en la votación del doble topónimo
Finalmente, el Consistorio obtuvo el beneplácito de la Generalitat Valenciana y del Registro de Entidades Locales del Ministerio de Política Territorial y pudo sacar la medida adelante pese a la negativa de la Academia Valenciana de la Lengua. El último paso previo a este fue durante el pleno del 17 de diciembre, que se aprobó el cambio de denominación de forma definitiva y, año y medio después, la ciudad es oficialmente Castellón de la Plana y Castelló de la Plana.
Informes técnicos que lo respaldan
Desde la ONG del catalán han señalado que el topónimo en valenciano cuenta con todos los informes científicos e históricos a favor, «mientras que la decisión del PP y Vox lo hace de espaldas a los expertos». Aunque esto no es del todo cierto, ya que el Equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Castellón presentó un informe técnico emitido por el profesor Santiago Fortuño Llorens, experto en lingüística, que justificaba y respaldaba la doble denominación. Un informe que no gustó a la oposición ni a la AVL, pero que se ha considerado válido.

Carrasco en la reunión del informe topónimo Castellón con el catedrático Santiago Fortuño
En su momento, el portavoz del equipo de gobierno en Castellón, Vicent Sales, afirmó que el informe del catedrático «desmonta las tesis falaces que usaron PSOE y Compromís para cambiar el topónimo. El odio de la izquierda y su menosprecio por la ciencia es indigno de esta corporación».
Por su parte, Antonio Ortolá, portavoz de Vox en el Consistorio, en relación a la postura de la AVL sobre el mismo informe técnico señaló que la entidad «es un órgano que se ha convertido en una herramienta del pancatalanismo más delirante. En lugar de defender las señas de identidad de los valencianos, se dedica a imponer una visión única y sectaria de la lengua que solo busca sembrar discordia y dividir a los castellonenses».
En la crítica de Plataforma per la Llengua ante la doble denominación, la entidad denuncia que «el cambio impulsado por PP y Vox es caprichoso y arbitrario, ya que se produce sólo cinco años después de la aprobación del nombre únicamente en valenciano, que atiende a razones científicas e históricas». Para concluir el comunicado, también menciona otro informe académico diferente elegido por ellos, el de Emili Casanova. En este se recuerda que «Castellón» es el topónimo que aparece en documentos medievales como El libro del reparto o la Crónica de Jaume I, del siglo XIII. Otros documentos históricos más modernos demuestran la tradición lingüística de la denominación valenciana, «Castelló de la Plana».