
Entrenamiento aves rapaces para reducir la población de palomas en Almazora, Castellón
La práctica milenaria que utilizará un pueblo de Castellón para frenar la invasión de palomas
La cetrería ha demostrado ser un método eficaz y no invasivo para el control de aves en zonas urbanas
La localidad castellonense de Almazora ha tenido que tomar medidas debido a la sobrepoblación de palomas en su núcleo urbano. El Consistorio, a través de la Concejalía de Gestión de Residuos, Medio Ambiente, Salubridad Pública y Parajes ha ampliado su servicio de control de esta ave mediante el uso de la cetrería, una práctica milenaria que ayudará a mejorar la calidad de vida de los vecinos y garantizar la salubridad de los barrios.
La cetrería es una práctica milenaria que ha demostrado ser un método eficaz y no invasivo para el control de aves en zonas urbanas. Las aves rapaces, entrenadas por expertos, se utilizan de forma controlada en puntos estratégicos y aprovechan su comportamiento natural para disuadir la presencia masiva de las palomas.

Imagen de archivo de un águila Harris, utilizada para la práctica de la cetrería
Desde el año 2023 este municipio ejecuta una campaña de control de palomas a través de la captura con jaulas, que ha logrado capturar hasta más de 1.480 ejemplares, reduciendo significativamente la sobrepoblación de estas aves. Con esta práctica, sumada al uso de la cetrería, se espera aumentar la efectividad del control, proporcionando un método además de eficiente, ecológico, según ha explicado el concejal del área, Juan Luis Marín.
Marín ha informado que en Almazora se han notado los avances desde que utilizan esta técnica: «La diferencia observada entre el primer día de trabajo y el estado actual ha sido significativa, notándose una considerable disminución de la población de palomas, por lo que se han reducido las molestias causadas por estos animales y mejorado la salubridad».A pesar de los avances, el concejal ha apelado a la concienciación ciudadana para hacer frente a este problema, ya que hay algunos puntos, como por ejemplo la Plaza Botánico Calduch, donde es persistente debido a que algunas personas siguen alimentando las palomas.
Reducción de palomas en un tercio
La sobrepoblación de palomas no es un problema exclusivo de Almazora, ya que hay otras localidades vecinas que también han tenido que recurrir a este tipo de prácticas, sumadas a otros métodos, para reducir la presencia de estas aves. En el caso de Castellón de la Plana, según el balance de este 2024, se ha reducido la presencia de palomas en tan solo seis meses en un tercio, pasando de unas 2.000 a 1.500.
Y es que este tipo de problemática es común en la mayoría de ciudades y núcleos urbanos. El principal factor es el fácil acceso a alimentos que encuentran las aves en las plazas más transitadas, que normalmente suelen ir acompañadas de terrazas y locales de hostelería. Aunque otro factor clave es la disponibilidad de refugio, pues encuentran lugares seguros para anidar en edificios, parques y jardines.
El tipo de palomas que suelen encontrarse en Castellón son conocidas como bravías (Columba livia), una especie descendiente de palomas rocosas, que son originarias de Europa y del norte de África. Se cree que este tipo de aves fueron de los primeros animales en ser domesticados por los humanos para el uso de mensajería y, con el tiempo, algunas de estas se escaparon o fueron liberadas y muchas de ellas se adaptaron a la vida en entornos urbanos.