
Fuente de la Vila de Castell de Cabres
La lucha de los ocho vecinos del pueblo menos habitado de la Comunidad Valenciana para reabrir su único bar
El Ayuntamiento de Castell de Cabres se aferra a su última bala y proyecta la rehabilitación de un antiguo local junto a la Diputación de Castellón para ofrecer este servicio
Al norte de la provincia de Castellón lindando con la de Teruel, se encuentra Castell de Cabres, el municipio menos poblado de toda la Comunidad Valenciana, con 22 residentes censados según el INE 2024, pero tan solo ocho vecinos permanentes. Esta localidad de la comarca del Bajo Maestrazgo es una de las que pertenece a la llamada «España vaciada» y busca reabrir su único bar-restaurante como último recurso para luchar contra la despoblación y no desaparecer.
La despoblación se ha convertido en un grave problema en todo el país, donde cada vez son más las localidades con un censo envejecido, que se va reduciendo a pasos agigantados. Según los datos de la Federación Española de Municipios y Provincias, en la Comunidad Valenciana 178 de sus 542 municipios están en riesgo de extinción y todos ellos pertenecen a zonas rurales.
En estos pequeños municipios, donde los servicios básicos escasean, la presencia de un bar o una tienda multiusos puede ser crucial para su supervivencia. Este lugar suele ser el único espacio donde los vecinos y visitantes pueden acceder a algún tipo de servicio. Por lo que, sin este recurso, hay más probabilidad de que pueblos como Castell de Cabres desaparezcan.
A pesar de que el municipio llevaba años perdiendo población de manera acentuada, no fue hasta 2021 cuando el bar que había sido punto de encuentro en el pueblo durante más de 30 años cerró sus puertas por la jubilación del propietario. La alcaldesa del municipio, María José Tena, resaltó la importancia de este cierre, que ha dejado a los pocos vecinos del pueblo sin un lugar donde socializar.Tras este cierre, el Consistorio ha tomado cartas en el asunto y está trabajando en la rehabilitación de un antiguo local de propiedad municipal que tenía este uso, situado en la planta baja de la calle La Sala, con el fin de reabrirlo como un bar-restaurante.

Una calle de Castell de Cabres, en Castellón
El proyecto de rehabilitación se realizará de forma conjunta entre el Ayuntamiento de Castell de Cabres y la Diputación de Castellón, con un presupuesto de 140.000 euros, que será financiado a través del plan Impulsa de la administración provincial. Una vez adjudicado, las obras tienen un periodo de ejecución de cinco meses y medio aproximadamente, por lo que la alcaldesa confía en que pudieran estar listas a finales de este año.
El siguiente paso será la licitación de la gestión del establecimiento, para lo cual el Consistorio está actualmente buscando fórmulas para atraer interesados, aunque son conscientes de la dificultad que supone abrir este tipo de negocios en una localidad tan pequeña para que pueda ser rentable.

Panorámica de las ruinas del castillo de Castell de Cabres
A pesar de su despoblación, Castell de Cabres se encuentra en una ubicación privilegiada, puerta de entrada del Parque Natural de la Tinença de Benifasá, lo que le otorga un atractivo turístico considerable. Cuenta con paisajes montañosos que son ideales para el turismo activo, como el senderismo, una de las actividades más populares de la región. Tanto es así que se ha consolidado como parada de numerosos senderistas y visitantes de esa zona de la provincia.
De hecho, Castell de Cabres no ha tenido siempre una población tan reducida y tuvo momentos en los que sumó casi medio millar de vecinos. Desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, el pueblo más pequeño de la región alcanzó este hito, pero la gráfica no paró de descender hasta los años 80, cuando se redujo a poco más de las dos decenas de habitantes con los que cuenta actualmente.