La mujer que arrojó a sus dos perros desde un octavo piso en Alicante alega que sufre depresión

La muerte de dos perros que fueron lanzados de un octavo piso el pasado domingo en Alicante ha provocado una oleada de indignación en todo el país debido a la crueldad del suceso. Miles de personas han expresado su rechazo contra la presunta maltratadora, Concha T. H., una trabajadora del Ayuntamiento de Alicante y cuñada de uno de los mayores defensores de los derechos de los animales en la provincia.

La mujer, de 53 años, arrojó a sus dos perros de raza yorkshire terrier, llamados «Bimba» y «Max», porque estaba «harta» de que «siempre le tocara a ella» sacarlos a pasear.

La causa judicial sigue abierta bajo la imputación de un delito de maltrato animal. La defensa de la acusada ha anunciado que presentará documentación médica para demostrar que su clienta padece un trastorno depresivo, lo que, sostienen, pudo haber influido en su conducta, según publica Información.

Los hechos ocurrieron el domingo 23 de marzo, sobre las 13:00 horas, en la calle Sol Naciente de Alicante, en el barrio de La Albufereta. Dos viandantes oyeron ruidos extraños y, al momento, vieron caer desde una ventana del octavo piso a un perro. Posteriormente, observaron cómo la mujer lanzaba al vacío otros objetos como la cama, la correa y los juguetes de los animales, y, seguidamente, arrojó a otro perro, que también falleció por el impacto contra el suelo. Los testigos relataron a los agentes que días antes habían visto caer otros objetos y varias tortugas en la misma calle.

Testimonios y pruebas audiovisuales

Según publica el mismo medio, la Policía Nacional ha anexado a las diligencias varias grabaciones realizadas por testigos con sus teléfonos móviles, que muestran lo sucedido. Según declaración de un testigo a los agentes, la mujer ya había protagonizado incidentes previos similares.

La detenida tenía publicaciones en sus redes sociales con sus mascotas, que ahora se han llenado de comentarios de usuarios que la llaman «asesina», entre muchos otros insultos. En un video de 2023, la mujer aparecía diciendo que estaba «disfrutando de Bimba y de nuestro nuevo cachorrito Max».

Reacciones y rechazo social

Ahora, asociaciones, protectoras y animalistas han clamado justicia por la atrocidad de Concha, una empleada del Departamento de Estadística del Ayuntamiento de Alicante, según publican múltiples usuarios en redes sociales, donde se ha generado una fuerte reacción. Según ha podido saber El Debate, el teléfono de información general del Consistorio, ha recibido múltiples llamadas amenazantes después de que se haya conocido que es funcionaria municipal.

Además, se ha iniciado una petición en una plataforma de firmas para exigir un castigo ejemplar y medidas más severas contra el maltrato animal. «Vemos con dolor que los dos yorkshire , fueron cruelmente arrojados de un octavo piso por su dueña. Este suceso no debe volver a ocurrir. Debemos defender los derechos de nuestros compañeros animales», expresa la solicitud, que hasta la mañana del miércoles ya ha superado las 4.500 adhesiones. La iniciativa recalca la necesidad de reforzar la legislación en materia de protección animal y garantizar que se haga justicia en casos como este.

Declaraciones de su cuñado

El caso ha adquirido mayor relevancia debido a que Concha T. H. es cuñada de Raúl Mérida, secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio en la Generalitat Valenciana y un reconocido defensor de los derechos de los animales. Mérida ha dedicado su vida a la protección animal, habiendo sido gerente de la Protectora de Animales de Alicante y director general de Medio Natural y de Evaluación Ambiental en la Generalitat.

Tras conocer el caso, Mérida ha publicado un duro comunicado exigiendo que el maltrato de su cuñada, con quien asegura que no ha compartido mucha relación, no quede impune: «Creo que la persona responsable de los hechos debe pagar por lo que ha hecho legalmente con toda la fuerza de la ley, repito, con toda la fuerza de la ley, y aunque es evidente que no tiene las facultades mentales normales, nadie bajo ningún concepto puede jamás, nunca jamás, maltratar a un animal y, por tanto, debe responder ante la justicia por lo que ha hecho y va a responder por ello. Os lo aseguro. No va a quedar impune».

El experto en protección animal ha añadido que «deben endurecerse las penas para que, por hechos de este tipo, se ingrese directamente en prisión y no se salga de ella hasta que se haya cumplido con la justicia».

Por último, ha resaltado la importancia de «realizar controles psicológicos antes de tener un animal. No puede tener un perro alguien que es capaz de hacer algo así. No puede, bajo ningún concepto».

Situación judicial de la acusada

Pese a la gravedad del caso, la mujer ha quedado en libertad provisional mientras avanza la investigación. La Fiscalía podría solicitar medidas cautelares en los próximos días. Entre tanto, la presión social y la indignación continúan creciendo, con un fuerte clamor por una sentencia ejemplar que refuerce la lucha contra el maltrato animal.