Manuel Otero, fotomontaje

Manuel Otero, fotomontajeÁngel Ruiz

Manuel Otero, el único español fallecido en el desembarco de Normandía

Su deseo de obtener la ciudadanía estadounidense lo llevó a alistarse en el Ejército norteamericano, un acto que coincidió con el ataque japonés a Pearl Harbour solo tres días después, lo que implicó la entrada de Estados Unidos en la guerra

Este jueves se cumplían 80 años del 'Día D'. En esa histórica jornada fallecieron en las costas de Normandía más de 110.000 soldados, 32.000 de ellos eran aliados. De entre todos, uno era español: Manuel Otero Martínez.

Otero Martínez nació en 1916 en Serra de Outes (La Coruña) y acabó luchando en la 1º División de Infantería americana por circunstancias personales. Todo empezó al acabar, de manera accidental en el bando republicano durante la Guerra Civil española. El gallego quedó atrapado en un tumulto mientras trabajaba como mecánico en la marina mercante en Santander. Obligado a unirse al bando republicano, sobrevivió a varias batallas, incluida la de Brunete, y terminó como prisionero en Barcelona. Gracias a las influencias de su familia, que había luchado en el bando nacional, fue liberado. Sin embargo, su pertenencia al bando perdedor de la guerra hizo que muchos de sus vecinos le tratasen de forma hostil. Por ello, prefirió emigrar a Estados Unidos y empezar una nueva vida.

De Galicia a Omaha

En Nueva York, Otero logró establecerse y comenzar un negocio, viviendo lo que parecía el sueño americano. Sin embargo, su deseo de obtener la ciudadanía estadounidense lo llevó a alistarse en el Ejército norteamericano, un acto que coincidió trágicamente con el ataque japonés a Pearl Harbour solo tres días después, lo que implicó la entrada de Estados Unidos en la guerra.

Otero fue asignado a la 1ª División de Infantería, conocida como la «Big Red One», y participó en intensos entrenamientos preparatorios para el desembarco de Normandía. Desembarcó en la Playa de Omaha el 6 de junio de 1944, sector G, uno de los más fuertemente defendidos por las tropas alemanas. A las seis de la mañana, Otero fue uno de los primeros en llegar, encontrándose con una resistencia feroz. Su unidad sufrió una alta tasa de bajas, y Manuel Otero fue una de las víctimas de esa sangrienta jornada.

El legado redescubierto

Durante más de 70 años, la historia de Manuel Otero quedó en el olvido. Fue en el año 2013 cuando una sobrina suya contactó al Museo Militar de La Coruña buscando información sobre su tío. La Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jacket empezó la investigación y, tras años de búsqueda, confirmaron que Otero era el único español fallecido en Normandía. Su nombre fue inmortalizado en un monolito en la playa de Omaha.

Los diarios de su madre, que escribía basándose en las cartas de su hijo, y los documentos encontrados, como su hoja de reclutamiento y la Medalla con la Cruz Púrpura, han sido fundamentales para reconstruir su historia. Manuel Arenas, presidente de la Asociación de Amigos del Museo Militar de La Coruña, junto con otros miembros de 'The Royal Green Jackets', descubrió un arcón con sus restos en perfectas condiciones en Serra de Outes. Este hallazgo permitió esclarecer los detalles de su vida y su trágica muerte.

Un funeral años después

La historia de Otero tiene un final, como mínimo, remarcable. Tras su muerte, fue enterrado en el cementerio de San Lorenzo en Normandía. Años después, su padre logró repatriar sus restos a Galicia, donde fue enterrado con honores militares en 1948. Testimonios de la época, como el de una mujer que entonces tenía nueve años, recuerdan la ceremonia con soldados estadounidenses y una bandera desconocida en ese tiempo.

En su municipio natal, y coincidiendo con el aniversario de su muerte, se ha realizado un homenaje al gallego en el cementerio de O Freixo de Sabardes donde se ha recordado al fallecido en un emotivo acto.

Comentarios
tracking